Sociedad irlandesa para promover la educación de los nativos irlandeses a través de su propio idioma


La sociedad irlandesa para promover la educación bíblica y la instrucción religiosa de la población de habla irlandesa principalmente a través de su propio idioma , a veces llamada Sociedad Irlandesa , era una sociedad misionera protestante que hacía proselitismo entre los católicos romanos de habla irlandesa . Fue fundado en 1818 en Dublín por miembros de la Iglesia de Irlanda y existió hasta 1914.

Los principales promotores de la creación de la sociedad fueron Henry Joseph Monck Mason y el obispo Robert Daly . [1] Sus oficinas estaban ubicadas en 16 Upper Sackville St., Dublín. Mason actuó como su secretario durante muchos años, además de escribir varios tratados para promover sus objetivos.

La sociedad afirmó ser interconfesional y respetar las diferencias religiosas. [2] Sin embargo, la literatura de la organización, a menudo publicada para atraer donaciones de Inglaterra, demuestra que el objetivo final era la conversión. A los misioneros les gustaba concentrarse en aspectos de la Biblia que creían que contradecían la enseñanza católica.

Los miembros de la sociedad pusieron énfasis en la educación, lo que permitiría a los nativos irlandeses acceder a las escrituras en irlandés por primera vez. Se estableció una misión de enseñanza en el área de Kingscourt del condado de Cavan , y el éxito de la empresa alentó a la sociedad a establecer escuelas benéficas para promover la educación a través del idioma irlandés . Se emplearon maestros católicos, ya que pocos protestantes sabían irlandés. Estos maestros fueron apreciados por su conocimiento local y el hecho de que podían recurrir a redes de amigos y familiares. [3] Sin embargo, los inspectores escolares eran protestantes.

En 1835, la sociedad informó que tenía 514 maestros asalariados y que se habían inspeccionado más de 14.000 alumnos. [4] En 1844, la sociedad informó que contaba con un sistema de educación primaria en veinticuatro condados, incluidas escuelas, maestros, supervisores y repartidores de literatura religiosa. [5] En 1849 informó que había distribuido más de 30.000 libros, la mayoría en irlandés, a profesores y académicos. [6]

La iglesia católica condenó las escuelas ya quienes trabajaban en ellas. A veces surgieron conflictos violentos entre partidarios y objetores. En ocasiones se necesitaba a la policía en los funerales de conversos y en las apariciones públicas de ministros que eran sacerdotes convertidos. [7]