kathleen martínez


Kathleen Teresa Martínez Berry (nacida en 1966) es una abogada, arqueóloga y diplomática dominicana, mejor conocida por su trabajo desde 2005 en la búsqueda de la tumba de Cleopatra en el templo Taposiris Magna en Egipto. Encabeza la misión egipcio-dominicana en Alejandría y actualmente es ministra consejera a cargo de asuntos culturales en la embajada dominicana en Egipto.

Kathleen Martínez nació en Santo Domingo en 1966. Su padre, el profesor y jurista Fausto Martínez, [1] era dueño de una extensa biblioteca privada, a la que recurría para investigar el tema que se convertiría en su gran pasión: Egipto y los últimos días de Cleopatra. Su madre es de ascendencia franco-inglesa. [2]

A pesar de su pasión infantil por Egipto, Martínez centró sus primeros estudios en una carrera legal. “Mis padres me habían convencido de que no me valía la pena ser arqueóloga porque nunca tendría un trabajo serio y no podría vivir de esa profesión. Me convencieron”, explica en algunas de sus entrevistas. Al igual que su padre, estudió derecho, asistiendo a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña , además de ir a estudiar inglés a la Universidad Brown en los Estados Unidos. [3] Se graduó a los 18 años y comenzó a trabajar como abogada. También tiene maestrías en finanzas y arqueología. [2]

Su obsesión por Cleopatra -ha explicado en repetidas ocasiones en la prensa- nació a raíz de una discusión con su padre en 1990, y un grupo de amigos que consideraban que su biografía era poco significativa. Estudiar la historia de Cleopatra, al margen de la propaganda romana y siglos de prejuicios contra la mujer –asevera Martínez– le permitió descubrir a una mujer adelantada a su tiempo, que estudió en la universidad, que tuvo que sufrir la denigración de los romanos. “Sabía medicina, leyes, era filósofa, poeta”, explica Martínez. [4] Tras avanzar en sus investigaciones, descubrió la diferencia entre los textos orientales y los escritos por los romanos. Estudió – ​​explica – los textos canónicos en detalle, en particular el relato de Plutarco deLa alianza de Marco Antonio con Cleopatra. También descubrió que los investigadores modernos posiblemente habían pasado por alto pistas importantes sobre dónde estaba enterrada.

Su hipótesis inicial fue que, dado que Cleopatra era considerada la representación de Isis , si hubiera tenido que buscar un lugar para ser enterrada en sus últimos días, habría elegido un templo dedicado a la diosa. A partir de las descripciones de Estrabón del antiguo Egipto, Martínez dibujó un mapa de posibles lugares de enterramiento e identificó 21 localidades asociadas con la leyenda de Isis y Osiris . Tras descartar algunos templos, localizó uno en las afueras de Alejandría que cumplía todos sus criterios para ser el que cobijara la tumba: el templo de Taposiris Magna (la gran casa de Osiris). Esto estaba en desacuerdo con otra hipótesis, desarrollada por el explorador francés Franck Goddio.y el Instituto Europeo de Arqueología Subacuática, buscando la tumba en un palacio de Alejandría que había quedado sepultado bajo el agua por un terremoto, cuyas excavaciones se reanudaron en 1992. [5] [6]

Martínez hizo su primer viaje a Egipto en 2002. Logró contactar con Zahi Hawass , el arqueólogo y director del Consejo Supremo de Antigüedades, y visitar algunos templos. Cuando llegó a Taposiris Magna comprendió, explica, que era el lugar que buscaba. Regresó a su país, tomó la decisión de dar un vuelco a su vida y preparó un proyecto con el apoyo de la Universidad Católica Santo Domingo para comenzar a excavar. Era la primera vez que Egipto otorgaba una licencia para excavar a un país de América Latina. La propia Kathleen Martínez financió la primera expedición y muchas otras. El trabajo comenzó en 2004. En 2005 decidió dejar su práctica de abogacía para mudarse a Egipto y dedicarse a la arqueología. [2] También se reunió con el Ministerio de Relaciones Exteriores y fue nombrada consejera cultural de Egipto viajando con pasaporte diplomático.