Knut Åsdam (nacido en 1968) es un artista noruego que actualmente vive y trabaja en Oslo . Durante más de quince años ha contribuido activamente a la escena artística internacional con exposiciones, publicaciones y transmisiones. Estableció su carrera internacional a través de la escena artística en Nueva York, donde vivió durante diez años, después de terminar sus estudios en Goldsmiths , Londres (1987–92) y en la Jan Van Eyck Academie en Maastricht (1992–94).
Åsdam ha exhibido en lugares establecidos como Tate Britain , Bienal de Venecia , Museo de Arte Moderno de Nueva York, Moderna Museet y Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris , y sus obras cinematográficas se proyectan en festivales de cine internacionales. Sus últimos proyectos incluyen la obra híbrida película/instalación Oblique (instalación), exhibida por primera vez en la bienal de arte europea Manifesta 7, en Trentino 2008.
Identidad, espacio y lugar son preocupaciones recurrentes en el enfoque de Åsdam, que explora la forma en que vivimos hoy en la ciudad, así como los pensamientos, referencias, deseos y conflictos que nos mueven. Su investigación sobre el uso y la percepción de los espacios públicos urbanos, incluidas sus estructuras de poder político y autoridad, toma diversas formas de audio, cine, video, fotografía y arquitectura. Las imágenes y los sonidos que difunde en sus exposiciones a menudo resuenan juntos en los espacios que construye para ellos, permitiendo que el espectador los experimente como lugares reales.
Aunque expresado en formas muy diversas, los principales intereses de Åsdam siguen siendo consistentes; se refieren a la manera en que cada individuo construye y negocia su identidad mientras está sujeto a las reglas y organizaciones de la sociedad contemporánea. Cuatro categorías son esenciales para el trabajo de Åsdam: "Habla", "Vida", "Sexualidades" y "Lucha". [1]
El habla a menudo se desplaza teatral y poéticamente en las obras de cine, video y audio de Åsdam, y señala cómo se forma la subjetividad a través de los actos de habla, ya sea a través del habla real o mediante otras formas de autoarticulación como ropa, gestos y rutinas. Muchas de sus obras expresan un interés por los aspectos performativos del habla y por cómo el significado se estabiliza temporalmente a través de la repetición, la inscripción y la reinscripción.
Vivir es descriptivo de la integración de la arquitectura, el lugar y la dinámica social, por ejemplo, cómo funciona un parque dentro de una ciudad o cómo nuestra vida cotidiana está condicionada por los rápidos cambios económicos y políticos. Las obras también muestran un fuerte interés por la interacción de la fantasía y la narración en la experiencia cotidiana del entorno.