Conflicto entre el kirchnerismo y los medios


Los gobiernos argentinos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner tuvieron varios conflictos con importantes grupos mediáticos. Kirchner acusó al Grupo Clarín , La Nación , Perfil y medios afines de haber promovido su derrocamiento.

La presidenta y la mayor parte de su gabinete evitaban cada vez más conferencias de prensa y entrevistas con medios independientes, confiando en cambio en Twitter , comunicados de prensa y anuncios de servicio público para comunicarse con la población. Grandes grupos de medios, en particular el Grupo Clarín, a su vez se opusieron a las leyes antimonopolio promulgadas durante su administración. [1]

Los críticos sostienen que la nueva legislación aprobada por el Congreso se aplicaría selectivamente contra los medios y periodistas disidentes, al tiempo que fomentaría una proliferación de medios de apoyo. [1] Los partidarios sostuvieron, a su vez, que la consolidación de los medios se ha convertido en la mayor amenaza para la libertad de prensa en Argentina y en otras partes de América Latina, y que medidas como las que abolieron las leyes de medios que datan de la última dictadura del país y derogaron las sanciones penales por difamación y calumnia. del presidente, promover la libertad de expresión . [1] [2]

Otros grupos de defensa de la prensa, como el Foro de Periodistas Argentinos (FOPEA) y el Comité por la Protección de los Periodistas , observaron que la disputa polarizó a los medios de comunicación y a la opinión pública hasta el punto de poner en peligro la precisión y objetividad de los propios medios. [1]

El conflicto se inició en 2008, durante un período en el que el gobierno se enfrentó abiertamente al sector agrícola por una propuesta de aumento de los impuestos a la exportación de semillas oleaginosas . El Grupo Clarín , liderado por el presidente ejecutivo Héctor Magnetto , apoyó fuertemente al sector, [3] y sus periódicos publicaron artículos que se consideraron favorables a los "ruralistas" o chacareros . [4] Al menos un escritor que trabajaba para uno de los diarios del conglomerado (Enrique Lacolla de La Voz del Interior ) fue despedido por presentar un artículo de opinión oponiéndose al cierre patronal de abril de 2008 [5].

El presidente reaccionó con fuertes críticas al papel de los medios, cuestionando si la libertad de expresión "pertenecía a las corporaciones o al ciudadano común". El Gobierno envió al Congreso su "Resolución 125", que luego de un debate de 18 horas en el Senado, cayó en un empate que rompió el vicepresidente Julio Cobos en un voto sorpresa en contra de la resolución del Poder Ejecutivo . [6]


El jefe de gabinete, Jorge Capitanich, destruyó una copia de Clarín tras acusar al diario de publicar información falsa.