La placenta retenida es una afección en la que toda o parte de la placenta o las membranas permanecen en el útero durante la tercera etapa del trabajo de parto. [1] La placenta retenida se puede dividir en términos generales en:
La placenta retenida se define generalmente como una placenta que no ha sufrido la expulsión placentaria dentro de los 30 minutos posteriores al nacimiento del bebé, donde la tercera etapa del trabajo de parto se ha manejado de forma activa. [2]
Los riesgos de retención de placenta incluyen hemorragia e infección. Después de que sale la placenta, el útero debe contraerse para cerrar todos los vasos sanguíneos dentro del útero. Si la placenta solo se separa parcialmente, el útero no puede contraerse adecuadamente, por lo que los vasos sanguíneos del interior continuarán sangrando. Por tanto, una placenta retenida conduce a una hemorragia. [3]
Los fármacos, como la oxitocina intraumbilical o intravenosa, se utilizan a menudo en el tratamiento de la retención placentaria. [4] Es útil asegurarse de que la vejiga esté vacía. [2] Sin embargo, no se debe administrar ergometrina ya que provoca contracciones uterinas tónicas que pueden retrasar la expulsión de la placenta. [2] Se ha recomendado la tracción controlada del cordón como segunda alternativa después de que hayan pasado más de 30 minutos después de la estimulación de las contracciones uterinas, siempre que el útero esté contraído. [2] La extracción manual puede ser necesaria si la tracción del cordón también falla, [2]o si se produce un sangrado abundante y continuo. Actualmente existe incertidumbre acerca de la efectividad de la anestesia o analgesia para la extracción manual, en términos de dolor y riesgo de hemorragia posparto. [5] En muy raras ocasiones es necesario un legrado para asegurar que no queden restos de placenta (en raras condiciones con placenta muy adherente, como placenta accreta ).
Sin embargo, en los centros de maternidad y en los entornos de maternidad asistida, es común que los proveedores de atención con licencia esperen hasta 2 horas el nacimiento de la placenta en algunos casos.
La retención de membranas fetales (placenta) se observa con más frecuencia en el ganado que en otros animales. En condiciones normales, la placenta de una vaca se expulsa dentro de un período de 12 horas después del parto. [6]