Shravan
Shravana Kumara ( hindi : श्रवण कुमार ), mencionado en el antiguo texto hindú Ramayana , conocido por su piedad filial hacia sus padres, fue asesinado accidentalmente por el rey Dasharatha . [1]
Los padres de Shravana Kumara, Shantanu y Gyanvanti (Malaya), eran ermitaños. Ambos estaban ciegos. Cuando envejecieran, Shravana quería que los llevaran a los cuatro lugares más sagrados de peregrinación hindú para purificar el alma. Como Shravana Kumara no podía pagar el transporte, decidió poner a cada padre en una canasta y amarrar cada canasta al extremo de una caña de bambú, que llevaría sobre su hombro durante su peregrinaje. [1]
Según el folclore punjabi , la madre de Shravana estaba relacionada lejanamente con el rey Dasharatha como su hermana.
Según el Ramayana , mientras cazaba en el bosque de Ayodhya, el entonces príncipe Dasharatha escuchó un sonido cerca de un lago y lanzó una flecha con la esperanza de golpear a un animal. Cuando cruzó el lago para recoger su presa, descubrió que su flecha había golpeado fatalmente a un adolescente que estaba sangrando. El niño herido era Shravana, quien luego le dijo a Dasharatha que había ido al lago a buscar agua para sus padres ancianos y enfermos, ambos ciegos y a quienes había estado cargando en un cabestrillo. Con su último aliento, Shravana le pidió a Dasharatha que llevara agua a sus padres y les contara lo sucedido.
Shravana luego sucumbió a sus heridas, y cuando Dasharatha tomó agua para sus padres y les contó su trágico error, no pudieron soportar el impacto. A pesar de reconocer que fue un accidente, maldijeron a Dasharatha de que él también experimentaría 'Putrashoka' (sánscrito, ' putra ' es niño/hijo y ' shoka ' es pena; pena por la pérdida de un hijo). Así, los padres enfermos y sedientos de Shravana murieron sin beber agua. [2]
Esta maldición resultó ser cierta cuando el rey Dasharatha tuvo que sufrir el exilio de su hijo mayor y más amado y Rama , quien tuvo que ser exiliado por sus propias órdenes (en realidad, era el deseo de su segunda reina Kaikeyi que no podía ser ignorado ya que él le había prometido una bendición años atrás cuando ella le había salvado la vida). Así que lo hizo de mala gana. [1]
