Tacones altos (película de 1991)


Tacones altos ( español : Tacones lejanos ) es una película de melodrama de 1991 escrita y dirigida por Pedro Almodóvar y protagonizada por Victoria Abril , Marisa Paredes y Miguel Bosé . La trama sigue la relación fracturada entre una madre egoísta, una famosa cantante de antorchas y su hija adulta que había abandonado cuando era niña. La hija, que trabaja como presentadora de noticias de televisión, se ha casado con el ex amante de su madre y se ha hecho amiga de una imitadora. Un asesinato complica aún más esta red de relaciones.

La película tiene la sensación de otros melodramas de madre e hija como Stella Dallas (1937), Mildred Pierce (1945), Imitation of Life (1959) y particularmente Autumn Sonata (1978), que se cita directamente en la película.

A pesar de las críticas mixtas, la película fue un éxito comercial. Fue seleccionada como la entrada española a la Mejor Película en Lengua Extranjera en los 64 Premios de la Academia , pero no fue aceptada como nominada. [1]

Rebeca, locutora de informativos de televisión, espera ansiosa en un aeropuerto de Madrid el regreso de su madre, Becky del Páramo, una famosa cantante antorcha , que regresa a España tras una estancia de quince años en México. Mientras espera, Rebeca recuerda incidentes de su vida temprana cuando su madre, preocupada por su carrera y su vida romántica, la descuidó y la rechazó.

Desde entonces, Rebeca se ha convertido en presentadora de noticias de un canal de televisión propiedad de su esposo Manuel. La intensidad del reencuentro familiar se agudiza porque, hace muchos años, Manuel era uno de los amantes de Becky. La noche de su regreso, Becky, Rebeca y Manuel cenan y luego salen a ver a Letal, una imitadora cuyo acto de drag se basa en Becky. Desde hace tiempo, Rebeca viene a ver los conciertos cada vez que echa de menos a su madre. En backstage, Rebeca ayuda a Letal a quitarse el disfraz y, arrodillándose frente a él, queda impresionada por su hombría. Letal se aprovecha de la situación y hacen el amor. Manuel, que ya no quiere a su mujer, quiere volver a acostarse con Becky y divorciarse de Rebeca.

Un mes después, Manuel es asesinado en su villa. Había pasado la velada primero con su amante Isabel (también intérprete de lenguaje de señas de Rebeca en los telediarios) y luego con Becky que, volviendo a ser su amante, había venido a anunciar que todo había terminado porque se había enterado de su otra amante. Fue Rebeca quien descubrió el cuerpo. El juez de instrucción, el juez Domínguez, sabe que su relación no se ha recuperado desde que Rebeca supo que Becky salía con Manuel, y centra sus sospechas en madre e hija.