Tecnofeminismo
El tecnofeminismo explora el papel que juega el género en la tecnología. A menudo se examina junto con la interseccionalidad , un término acuñado por Kimberle Crenshaw que analiza las relaciones entre varias identidades, como la raza, el nivel socioeconómico, la sexualidad, el género y más. [1] Sin embargo, muchas académicas, como Lori Beth De Hertogh, Liz Lane y Jessica Oulette, así como Angela Haas, se han pronunciado sobre la falta de erudición tecnofeminista, especialmente en el contexto de la investigación tecnológica general. [1]
Una preocupación principal del tecnofeminismo es la relación entre las normas históricas y sociales, y el diseño e implementación de la tecnología. [2] Las académicas tecnofeministas trabajan activamente para iluminar las desigualdades arraigadas en los sistemas, a menudo desapercibidas, y encontrar soluciones para combatirlas. [2] También investigan cómo se puede usar la tecnología para fines positivos, especialmente para grupos marginados. [2]
TechnoFeminism es un libro de la socióloga académica Judy Wajcman que reformula la relación entre género y tecnologías, y presenta unalectura feminista de la relación mujer-máquina. Se considera un contribuyente clave al surgimiento de la tecnociencia feminista como campo.
Según una reseña del American Journal of Sociology , Wajcman argumenta convincentemente que "los análisis de todo, desde los sistemas de tránsito hasta las pruebas de Papanicolaou, deben incluir una conciencia tecnofeminista de las posiciones a menudo diferentes de hombres y mujeres como diseñadores, operarios de fabricación, vendedores, compradores, especuladores y usuarios encarnados de tales tecnologías". [3]
En la revista Science, Technology and Human Values , Sally Wyatt señala que "los conocimientos teóricos de la tecnociencia feminista (pueden y deben) ser útiles para la investigación empírica, así como para el cambio y la acción política" y que una forma de avanzar hacia esto es " volver a la producción y el trabajo como sitios de investigación porque gran parte del trabajo en los últimos años se ha centrado en el consumo, la identidad y la representación". [4]
Además de la edición impresa, que se ha reimpreso varias veces, en 2013 se lanzaron ediciones de libros electrónicos de TechnoFeminism . El libro ha sido traducido al español como El Tecnofeminismo . [5]
