En una historia de la tradición maorí del área de Whanganui , Tukoio, un hombre mortal, se encontró con un Maero o Mohoao , una persona salvaje o un monstruo muy temido en la leyenda maorí. La criatura lo atacó al instante, luchando ferozmente hasta que Tukoio le cortó las extremidades y la cabeza, que se llevó como trofeo a su aldea. Sin embargo, cuando la cabeza cortada pidió ayuda a su clan, Tukoio soltó la cabeza al instante y corrió, temiendo represalias. Cuando él y algunos de sus aldeanos regresaron, encontraron que el Mohoao se había ido, se había vuelto a armar y había regresado al bosque.