Vegetal de forma inusual
Una verdura o fruta con una forma inusual es aquella que ha crecido en una forma que no está en consonancia con su plan corporal normal . Mientras que algunos ejemplos tienen una forma extraña, otros son anunciados por su apariencia divertida, a menudo porque se asemejan a una parte del cuerpo, como las nalgas o los genitales . La pareidolia puede ser común en las verduras, y algunas personas informan la aparición de imágenes religiosas .
Las verduras suelen crecer en una forma inusual debido a las condiciones ambientales. El daño a una parte de la verdura puede hacer que el crecimiento disminuya en esa área mientras que el resto crece a un ritmo normal. Cuando una hortaliza de raíz está creciendo y la punta está dañada, a veces puede partirse, formando múltiples raíces unidas en un punto. Si una planta está en la etapa de primordio (desarrollo embrionario), el daño al vegetal en crecimiento puede causar mutaciones más extremas. [1]
La forma inusual también se puede imponer a la verdura. En Japón , los agricultores de la región de Zentsuji encontraron una manera de cultivar sandías cúbicas cultivando las frutas en cajas de vidrio y dejándolas asumir naturalmente la forma del receptáculo. La sandía de forma cuadrada estaba destinada a hacer que los melones fueran más fáciles de apilar y almacenar, pero debido a que los melones deben recolectarse antes de que maduren, no son comestibles; las sandías cúbicas también suelen ser más del doble del precio de las sandías normales. [2] Usando técnicas similares, los productores también han creado formas más complejas de sandía, incluidos dados, pirámides y caras. [3]
Los tubérculos, especialmente aquellos como zanahorias y chirivías , crecerán naturalmente alrededor o evitarán obstáculos en el suelo como piedras pequeñas y otros objetos extraños para evitar daños a la raíz en desarrollo, dando como resultado una amplia variedad de formas diferentes. [4]
En la Unión Europea, los intentos de introducir una legislación que prohíba la venta de frutas y verduras deformes fueron derrotados. Los "parámetros uniformes de normalización" propuestos se habrían aplicado a las bananas rectas y los pepinos curvos, así como a casos más extremos, como las zanahorias con múltiples "patas" o frutas fusionadas. La principal preocupación de los opositores a la legislación propuesta era la cuestión ética del desperdicio que habría generado si los productores se vieran obligados a desechar hasta el 20 % de su cosecha, producto que era nutricionalmente idéntico a los especímenes de forma más regular. [5]
A partir de 2015, alrededor del 40 % de las frutas y verduras cultivadas comercialmente no se comen porque no cumplen con los estándares cosméticos de los minoristas. [6] En Francia, la campaña Fruits et légumes moches tiene como objetivo fomentar la compra de verduras y frutas con formas más inusuales para combatir el desperdicio de alimentos . [7]
