La Royal Postgraduate Medical School (RPMS) era una escuela de medicina independiente , con sede principalmente en el Hospital Hammersmith en el oeste de Londres. En 1988, la escuela se fusionó con el Instituto de Obstetricia y Ginecología , y en 1997 pasó a formar parte de la Escuela de Medicina del Imperial College .
La escuela de medicina tuvo sus raíces en la Escuela de Medicina de Posgrado británica, con sede en el Hospital Hammersmith. Se incorporó por Royal Charter en 1931 y se inauguró en 1935. Su primer director fue el graduado de la Escuela de Medicina de Edimburgo, Francis Richard Fraser . Fue el resultado de las recomendaciones del Informe Athlone de 1921 y fue una institución pionera en la enseñanza e investigación clínica de posgrado. La escuela siempre había estado estrechamente vinculada con el Hospital Hammersmith y el Consejo de Investigación Médica., donde desarrolló su labor docente, investigadora y clínica. El personal académico senior de la escuela brindó servicios de consultoría y liderazgo académico para el Hospital Hammersmith. El RPMS ha tenido una enorme influencia en la medicina británica y desempeñó un papel importante en el desarrollo de la cirugía endocrina en el Reino Unido.
La escuela se convirtió en parte de la Federación Médica de Posgrado Británica en 1947 y se conocía como la Escuela de Medicina de Posgrado de Londres. En 1974, la escuela se independizó, con una nueva carta y el título Royal Postgraduate Medical School. Su estado separado terminó en 1997 con su asimilación al Imperial College London. Hammersmith Hospital es ahora un hospital general de distrito y sigue siendo un centro de educación e investigación médica de posgrado, aunque su influencia es mucho menor que en el pasado.
Un artículo titulado 'Human Guinea Pigs: A Warning' publicado en 1962 en la revista Twentieth Century por Maurice Pappworth destacó muchas prácticas poco éticas con respecto a la experimentación humana en la escuela de medicina de posgrado. Según Pappworth, los experimentos se habían llevado a cabo sin un consentimiento válido en pacientes vulnerables, como niños y enfermos mentales .