Dos monjes


Two Monks (español: Dos monjes ) es una película melodrama expresionista mexicana de 1934dirigida por Juan Bustillo Oro y protagonizada por Víctor Urruchúa y Carlos Villatoro . [1] [2] [3] [4] [5]

En un monasterio gótico , un monje enfermo , el hermano Javier, ha estado actuando con violentas emociones. El prior, temiendo ser poseído por espíritus malignos, pide a un nuevo monje, el hermano Juan, que lo atienda. Cuando Juan entra en la celda de Javier, los dos se reconocen y Juan sale corriendo, seguido de Javier, quien lo golpea con un crucifijo y se retira a su celda.

Interrogado por el prior, Javier revela que él y Juan alguna vez habían sido mejores amigos, pero que Juan lo había traicionado. Luego relata esta historia a través de un flashback . Algún tiempo antes, Javier es un compositor tísico que trabaja en una canción. Ana, una joven que vive en la casa de al lado, canta con él, pero sus padres la obligan a alejarse de la ventana. Cuando un posible pretendiente llama a Ana, Javier se complace en ver que ella lo ha echado, pero sus padres la rechazan. Javier y su madre acogen a Ana, y Javier finalmente le propone matrimonio.

Javier está feliz de ver a su amigo Juan regresar de un largo viaje, pero mientras los dos amigos y Ana pasan tiempo juntos, Juan parece atraído por Ana mientras que la enfermedad de Javier se agrava. Aparentemente recuperándose, Juan se sorprende cuando Javier le dice que debe irse nuevamente y una noche le pide a Javier que ayude a su abogado a revisar algunos asuntos comerciales. Sintiéndose enfermo, Javier regresa a casa temprano solo para encontrar a Ana alejándose del abrazo de Juan. Javier golpea a Juan, quien saca una pistola. Sin embargo, cuando Juan dispara, Ana se precipita entre los dos hombres y muere. En la celda de su monasterio, Javier concluye su relato y pide la absolución al prior . El prior, sin embargo, le dice a Javier que debe buscarlo de Juan.

Juan también confiesa y relata su versión de los hechos descritos por Juan. Él revela que él y Ana estaban enamorados antes de que ella conociera a Javier, pero los dos se vieron obligados a separarse. Ana todavía está enamorada de Juan, pero se siente obligada a casarse con Javier en agradecimiento por su apoyo. Cuando Javier se enferma gravemente, Ana cree que su matrimonio será breve, pero la aparente recuperación de Javier lleva a Juan a planear irse lejos de Ana. Al enviar a Javier a la oficina de su abogado, Juan aprovecha la ocasión para ver a Ana por última vez, pero sus emociones lo superan e intenta besarla. Justo en ese momento regresa Javier, y en la versión de Juan de la historia, es Javier quien accidentalmente dispara y mata a Ana.

Javier, ahora gravemente enfermo y mentalmente abrumado, sale corriendo de su celda hacia el órgano de tubos del monasterio, donde toca una versión disonante de la canción que había estado componiendo anteriormente. Al darse la vuelta, ve al prior y a otros monjes reunidos y los imagina como figuras grostecas primitivas a punto de atacarlo, y se derrumba. Juan corre hacia él y sostiene a su antiguo amigo mientras Javier muere. La última imagen es de una cruz sobre la puerta, lo que sugiere cierta redención.