Controles de cambio en el Reino Unido
Los controles de cambio , también conocidos como controles de capital y controles de divisas , que limitan la convertibilidad de la libra esterlina en monedas extranjeras, operaron dentro del Reino Unido desde el estallido de la guerra en 1939 hasta que fueron abolidos por el gobierno conservador de la primera ministra Margaret Thatcher en octubre de 1979. [ 1]
Los controles de cambio se promulgaron originalmente al estallar la guerra en 1939, para evitar una corrida de la libra esterlina y para evitar cualquier posible salida de capital por pánico del Reino Unido. [2] Las Regulaciones de Defensa (Finanzas), emitidas bajo la Ley de Poderes de Emergencia (Defensa) de 1939, establecían restricciones a la convertibilidad de la libra esterlina en monedas extranjeras, como dólares estadounidenses. [3]
Estos poderes se formalizaron después de la guerra en 1947, en la Ley de Control de Cambios. [3] Mientras se mantuvieran los controles de cambio, la cantidad de dinero que los ciudadanos británicos podían sacar del Reino Unido estaba severamente limitada. Los pasaportes británicos contenían una página final titulada "Ley de control de cambios de 1947" en la que se tenían que enumerar los cambios de moneda extranjera, [4] las cantidades permitidas estaban limitadas a niveles bajos. [1] Además, los ciudadanos británicos ya no eran libres de invertir en activos en el extranjero, como acciones o propiedades extranjeras. [1]
En 1966 [5], el gobierno laborista del primer ministro Harold Wilson restringió la cantidad de moneda que los turistas británicos podían sacar del país a 50 libras esterlinas [6] más 15 libras esterlinas en efectivo. [7] Sin embargo, los controles fueron ampliamente ignorados. [4]
Los controles de cambio en el Reino Unido fueron abolidos por el Gobierno Conservador de la Primera Ministra Margaret Thatcher en octubre de 1979. Al anunciar su eliminación, el Ministro de Hacienda Geoffrey Howe dijo: "Ahora han dejado de ser útiles. La condición esencial para mantener la confianza en nuestra moneda es un gobierno decidido a mantener las políticas monetarias y fiscales correctas. Eso haremos. Es correcto dar un grado adicional de libertad para permitir que la libra opere en el mundo sin restricciones de este tipo". [2]
La abolición fue bien recibida por las empresas y criticada por el opositor Partido Laborista. Nicholas Goodison , presidente de la Bolsa de Valores de Londres , dijo que los controles de cambio habían “impedido el desarrollo del comercio británico en todo el mundo y distorsionado nuestra economía. Han hecho mucho daño a Londres como uno de los principales centros financieros”. Por el contrario, la abolición de los controles de cambio fue criticada por el canciller en la sombra del Partido Laborista, Denis Healey , quien advirtió sobre el peligro de un aumento de la inversión extranjera a expensas de la industria británica. [2]
