Fundación Guatemalteca de Antropología Forense


La Fundación Guatemalteca de Antropología Forense (en español : Fundación de Antropología Forense de Guatemala, o FAFG) es una organización no gubernamental técnica y científica autónoma, sin fines de lucro . Su objetivo es fortalecer la administración de justicia y el respeto a los derechos humanos mediante la investigación, documentación y sensibilización sobre casos pasados ​​de violaciones de derechos humanos , en particular asesinatos no resueltos, ocurridos durante los 30 años de la Guerra Civil en Guatemala .

Su principal herramienta en la consecución de este objetivo es la aplicación de técnicas de antropología forense en las exhumaciones de fosas comunes clandestinas . Sus gestiones en este sentido permiten a los familiares de los desaparecidos recuperar los restos de sus familiares desaparecidos y proceder a los entierros de acuerdo con sus creencias, y posibilitar la persecución penal de los responsables.

En 1990 y 1991, varios grupos de sobrevivientes comenzaron a denunciar a las autoridades la existencia de fosas clandestinas en sus comunidades, la mayoría de las cuales contenían los cuerpos de campesinos mayas masacrados durante la política de " tierra arrasada " que siguió el gobierno a principios de los años ochenta. [1] Los servicios forenses del poder judicial guatemalteco comenzaron a investigar algunos de estos casos, pero no lograron llevarlos hasta su conclusión.

En consecuencia, en 1991, los grupos de los supervivientes en contacto con el Dr. Clyde Snow , un renombrado de EE.UU. antropólogo forense que había supervisado previamente exhumaciones en Argentina a raíz de ese país de guerra sucia y había ayudado a fundar el Equipo de Antropología Forense de Argentina .

Snow llegó a Guatemala, acompañado de antropólogos forenses de Argentina y Chile, e inició la doble tarea de realizar las primeras exhumaciones y capacitar a los futuros integrantes del Equipo de Antropología Forense de Guatemala (Equipo de Antropología Forense de Guatemala) .

El equipo fue apoyado en sus primeros años por una donación de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia de los Estados Unidos, y su primer director fue Stefan Schmitt , quien desde entonces ha trabajado en exhumaciones en Ruanda y la ex Yugoslavia . En julio de 1992 el EAFG realizó su primer proyecto de campo en San José Pachó Lemoa en el departamento de El Quiché .