Un trastorno funcional es una afección médica que afecta el funcionamiento normal de los procesos corporales y que pasa desapercibida en gran medida durante el examen, la disección o incluso al microscopio. En el exterior, no hay apariencia de anormalidad. Esto contrasta con un trastorno estructural (en el que se puede ver que alguna parte del cuerpo es anormal) o un trastorno psicosomático (en el que los síntomas son causados por una enfermedad psicológica o psiquiátrica). Las definiciones varían un poco entre los campos de la medicina.
Generalmente, el mecanismo que causa un trastorno funcional es desconocido, poco conocido o, en ocasiones, sin importancia para los fines del tratamiento. A menudo se cree que el cerebro o los nervios están involucrados. Es común que una persona con un trastorno funcional tenga otros.
El hecho de que una determinada afección médica se denomine trastorno funcional depende en parte del estado del conocimiento. Algunas enfermedades, como la epilepsia , la esquizofrenia y las migrañas , alguna vez se consideraron trastornos funcionales, pero en general ya no se clasifican de esa manera. [1]