Megan Jill Russell
Megan Jill Russell es ingeniera biomédica y eléctrica con sede en Johannesburgo , Sudáfrica . Es conocida popularmente por inventar una laringe artificial que fue presentada por MIT Technology Review , pero quizás lo más importante es que está involucrada en el desarrollo de métodos de detección asistida por computadora de la tuberculosis .
Russell nació en una familia científica. Su padre y dos hermanos son ingenieros y su madre química. Recibió más inspiración para estudiar ciencias cuando recibió una carta escrita a mano de James Watson ( famoso por el ADN ) en su último año en la escuela. [1] Estudió en la Universidad de Ciudad del Cabo y completó su Licenciatura en Ingeniería Eléctrica seguida de una Maestría en Ingeniería Biomédica en 2007. [2] Su proyecto de maestría involucró el desarrollo de un microscopio automatizado con una cámara digital incorporada para ayudar en la detección de tuberculosis (TB). Completó su doctorado en Ingeniería Biomédica en la Universidad de Witwatersranden 2011. [2] [3]
Desde 2012 ha impartido clases en la facultad de ingeniería y el entorno construido de la Universidad de Johannesburgo y fue embajadora de su proyecto Mujeres en ingeniería y entorno construido . Uno de sus primeros proyectos de posgrado fue un laboratorio móvil que permitía realizar pruebas de tuberculosis, recuentos de CD4 (para el VIH ) y niveles de glucosa en sangre (para la diabetes ). [2]
La tuberculosis puede detectarse mediante radiografías de pulmón, pero requiere una interpretación experta de las radiografías. La detección asistida por computadora (CAD) puede ayudar cuando hay escasez de intérpretes de rayos X capacitados. Russel participó en el desarrollo de un sistema CAD en la Universidad de Witwatersrand utilizando una técnica de modelado matemático llamada Autoregresivo-Promedio móvil . [4]
Russell desarrolló una laringe artificial de seguimiento de la lengua [5] que se utiliza para facilitar el habla en pacientes que se han sometido a una laringectomía , a menudo como resultado de un cáncer . Este no fue el primer dispositivo de este tipo que se inventó, aunque muchos de estos dispositivos no son soluciones ideales ya que los pacientes que los utilizan todavía tienen dificultades para hablar. [6]
El dispositivo de Russel detecta la posición de la lengua contra el paladar mediante un sistema fabricado por dos empresas llamadas Logometrix y Complete Speech. [7] El palatómetro personalizado detecta la posición de la lengua durante el habla. Esta información se alimenta a un algoritmo de aprendizaje automático que interpreta lo que dice el paciente y un sintetizador de voz produce el habla. [6]
