Un sello de ingresos, sello de impuestos, sello de impuestos o sello fiscal es una etiqueta adhesiva (generalmente) utilizada para recaudar impuestos o tarifas sobre documentos, tabaco, bebidas alcohólicas, drogas y medicamentos, naipes, licencias de caza , registro de armas de fuego y muchas otras cosas . Por lo general, las empresas compran los sellos del gobierno y los adjuntan a los artículos gravados como parte de la puesta a la venta de los artículos o, en el caso de los documentos, como parte del llenado del formulario.
Los sellos fiscales a menudo se parecen mucho a los sellos postales y, en algunos países y períodos de tiempo, ha sido posible utilizar sellos postales con fines fiscales, y viceversa. Algunos países también emitieron sellos postales y fiscales de doble propósito .
Los sellos fiscales son sellos que se utilizan para recaudar impuestos y tasas. Son emitidos por los gobiernos, nacionales y locales, y por organismos oficiales de diversa índole. Toman muchas formas y pueden estar engomados y sin engomar, perforados o sin perforar, impresos o en relieve, y de cualquier tamaño. En muchos países, son tan detallados en su diseño como los billetes de banco; a menudo están hechos del mismo tipo de papel. El alto valor de muchos sellos fiscales significa que pueden contener dispositivos de seguridad para evitar la falsificación.
La Revenue Society ha definido los sellos fiscales como "...sellos, ya sean impresos, adhesivos o de otro tipo, emitidos por o en nombre de gobiernos internacionales, nacionales o locales, sus licenciatarios o agentes, e indican que se ha cobrado un impuesto, derecho o tasa". pagado o prepago o que se ha otorgado el permiso". [1]
En el imperio otomano , Damga resmi ya estaba en uso en el siglo XVI. Los registros de los ingresos fiscales de los sellos para la seda brindan evidencia de los cambios en la producción de seda a lo largo del tiempo. [2]
El uso de sellos fiscales se remonta más atrás que el de los sellos postales ( utilizados por primera vez en 1840 ); los sellos de las Leyes de Timbres del siglo XVIII eran ingresos. [3] Su uso se generalizó en el siglo XIX, en parte inspirado por el éxito del sello postal y en parte motivado por el deseo de agilizar las operaciones gubernamentales, siendo la presencia de un sello fiscal una indicación de que el artículo en cuestión ya había pagado los honorarios necesarios. Los sellos fiscales se han vuelto menos comunes en el siglo XXI, con el aumento de la informatización y la capacidad de usar números para rastrear los pagos con precisión.