Sibylla (Sikelianos)


Sibylla es una tragedia escrita por Angelos Sikelianos . [1] Fue escrito en 1940, [2] unos meses antes de la Guerra Greco-Italiana y publicado en 1944, pocos meses antes de la liberación de Atenas, en la revista Nea Estia.

Una de las escenas principales de la obra es la visita de Nerón al oráculo de Delfos [2] para tomar el oráculo de Sibylla , sacerdotisa del Oráculo, y las reacciones de esta última. Esta obra, a diferencia de la primera, el Dithyramb of Rose, es una completa tragedia, en términos de género y estructura: con partes distintas y completas tanto en el diálogo y el coro como en la trama y los personajes. Los mensajes de la época para la resistencia contra la tormenta que se avecina y la búsqueda de la libertad y la dignidad humana a través de la lucha que la obra describe están representados a través de una densa trama dramatúrgica y finamente procesada de relaciones simbólicas, influencias y elementos del drama antiguo. En "Sibylla" se pueden encontrar una gran cantidad de estructuras y secuencias textuales (vocativas o expresivas), todas las cuales pueden atribuirse a una tragedia antigua (por ejemplo, la forma en que se representa el paisaje de Delphi es similar a ciertas tragedias sobre el mismo tema ).

Sibylla (y los otros personajes) como profetisa, también expresa y simboliza el espíritu griego [3] y la conciencia contra la rudeza romana (durante el tiempo de la trama), así como contra el espíritu del conquistador en general (una alegórica enfoque, basado en las circunstancias históricas en el momento de escribir la obra).

La obra expresa ideas personales de los sikelianos, similares a las ideas de su tiempo, expresadas a través del atuendo teatral de la tragedia antigua y los elementos que se utilizan tradicionalmente en las tragedias (religiosas, psicológicas y otras). Lo que es importante para la comprensión de la obra son los conceptos de "mantosyni" (el arte del oráculo como un poder interno, espiritualmente superior a los otros poderes internos de cada hombre) una propiedad que Sibylla tiene como figura y símbolo mítico y También el concepto de la combinación del elemento apolíneo y dionisíaco (el culto individual, lógico, profético, de Apolo en conexión con el culto colectivo, báquico-frenético, extático y gozoso de Dioniso, cultos que antes estaban en marcado contraste el advenimiento de Dioniso en Delfos). [4]