Libertad de religión en Mauritania


La libertad de religión en Mauritania está limitada por el Gobierno. La constitución establece al país como una república islámica y decreta que el Islam es la religión de sus ciudadanos y del Estado.

Los expatriados residentes no musulmanes y algunos ciudadanos no musulmanes practican su religión abiertamente con ciertas limitaciones sobre el proselitismo y la transmisión de material religioso.

Casi toda la población son musulmanes sunitas practicantes , aunque hay algunos no musulmanes. Se han establecido iglesias católicas romanas y cristianas no confesionales en Nouakchott, Atar, Zouerate, Nouadhibou y Rosso. Varios expatriados practican el judaísmo, pero no hay sinagogas.

Hay varias organizaciones no gubernamentales (ONG) religiosas extranjeras activas en el trabajo humanitario y de desarrollo en el país.

En general, se considera que el Islam es el elemento cohesivo esencial que unifica a los diversos grupos étnicos y castas del país. Existe un Ministerio de Cultura y Orientación Islámica a nivel de gabinete y un Consejo Superior del Islam, integrado por seis imanes , que, a solicitud del Gobierno, asesora sobre la conformidad de la legislación con los preceptos islámicos.

Las mezquitas y las escuelas coránicas son financiadas de forma privada por sus miembros y otros donantes. Una excepción es un pequeño estipendio al imán de la Mezquita Central en la ciudad capital de Nouakchott proporcionado por el gobierno.