Tomás Morato


Tomás Eduardo Morató Bernabéu ( español:  [toˈmas eˈdwaɾdo moɾaˈto beɾnaˈbeu] ; 4 de julio de 1887 - 6 de marzo de 1965) fue un empresario y político filipino nacido en España de etnia valenciana y ascendencia española de pura sangre que se convirtió en alcalde de Calauag, Quezon antes se convirtió en el primer alcalde de la ciudad de Quezón de 1939 a 1942.

Morató nació el 4 de julio de 1887 en el pintoresco puerto marítimo de Alicante en la costa mediterránea de España de Francisco Morató Arabí y Josefa Bernabéu Ferrer. Su padre era un capitán de barco que navegaba desde España a Filipinas y se detenía con frecuencia en la ciudad costera de Calauag, Tayabas . Hijo único, Tomás fue traído a Calauag en 1898 por su padre. Allí, el niño de 13 años conoció y estudió por primera vez con Quezon, de 22 años. Tomás terminó su carrera de ingeniería y entró en el negocio de la madera donde amasó una gran fortuna. En virtud de una disposición del Tratado de París que concedió la ciudadanía filipinaa todos los españoles que han decidido quedarse en Filipinas, Morató se ha hecho ciudadano filipino. [ cita requerida ]

Fue en Baler donde conoció a Manuel L. Quezon , el 2º presidente de Filipinas, y trabó amistad con él. Su amistad con Quezon fue rara y única. Cortejaban a las chicas juntas y se ayudaban mutuamente en tiempos difíciles.

Cuando Quezón fue elegido presidente en 1935, entró por primera vez a Malacañan con Morató y Manuel L. "Nonong" Quezon, Jr. Y a partir de entonces, Morató fue una de las pocas personas que podía entrar a Malacañan en todo momento, incluso pernoctando. en algunos casos frecuentes. [2]

El propio Quezón instó a Morató a entrar en política, por lo que se postuló como alcalde de Calauag y ganó con facilidad. En su segundo mandato, Quezon lo invitó a ayudar a construir una nueva ciudad, una ciudad que más tarde se conocería como Quezon City . [2]

Morató fue un líder lleno de energía, asumiendo tareas difíciles que dificultan el crecimiento y progreso de la nueva ciudad. A pesar de que su administración enfrentó fondos bajos, pudo crear una red de nuevos caminos y el mantenimiento de condiciones de salud satisfactorias. Con una fuerza policial de 48, las tasas de delincuencia se mantuvieron en niveles controlados. También promovió programas sociales y económicos para aliviar la condición de los residentes. [2]


El presidente Manuel L. Quezón (1935-1944) sube la gran escalera del Palacio de Malacañan con el ayudante de campo, el coronel Manuel Nieto y el comandante del batallón de la Guardia Presidencial, el coronel Manzano.