Trasgu


El trasgo , trasno o trasgu es un ser mitológico presente en la tradición de varias culturas del actual norte de España , especialmente en la cultura tradicional gallega , asturiana y cántabra , también se encuentra en leyendas del norte de Portugal . Hay criaturas similares en las mitologías de otras culturas europeas, como el " gnomo ", la " sílfide " y el " kobold ". El origen de esta criatura mitológica es celta , se cree que llegó a España a través de los romanos .y proviene del norte de Europa [ cita requerida ] .

Trasgu o Trasgo (en gallego y portugués) es muy común en el folklore de Trás-os-Montes y fue llevado por los portugueses a lo largo de su imperio originando mitos similares como el Saci en Brasil.

El trasgu es el ser más conocido de la mitología asturiana , y se comparte con mitologías de origen celta, como la gallega . Es un duende doméstico de carácter travieso y nervioso. Suele representarse como un hombre diminuto que cojea con la pierna derecha; tiene la piel oscura, viste ropa roja y un sombrero rojo puntiagudo. Tiene un agujero en la mano izquierda. A veces se le describe con cuernos, cola, orejas de oveja y piernas largas, y con una capa larga negra y gris; en otras ocasiones se le describe como pequeño, de piernas largas y delgadas y vestido con un ajustado vestido marrón oscuro. [1]

Se le atribuyen ruidos nocturnos, y también pequeñas travesuras como cambiar la ubicación de objetos. Entra en las casas por la noche cuando los habitantes están dormidos. Si está de mal humor, rompe los utensilios de cocina, asusta al ganado, revuelve los baúles de ropa y derrama agua. Estas actividades no causan daños materiales, porque los habitantes encuentran todo como lo dejaron. En cambio, cuando se le trata bien, hace las tareas de la casa durante la noche.

En Asturias, el trasgu se conoce con diferentes nombres según el lugar. Se le conoce como Trasno, Cornín o Xuan Dos Camíos en el occidente de Asturias. Se le conoce como Gorretín Coloráu o el de la "gorra encarnada" (ambos significan "sombrero rojo") en el oriente asturiano. [2]

Es difícil deshacerse de él. Si los habitantes de la casa deciden mudarse a una nueva casa, él los sigue. En un cuento, los habitantes de una casa la abandonaron a causa del trasgu. De camino a la nueva casa, la mujer le pregunta a su marido: "¿Nos hemos dejado algo?". El trasgu, siguiéndolos, responde: "Os habéis dejado la lámpara, pero yo la llevo". [3]