Tuccia
Es conocida por el caso en el que su castidad fue cuestionada por una acusación espuria. Cuando los escépticos dudaban de la piedad de los hombres y mujeres santos, los dioses podían realizar milagros para reivindicarlos. En el caso de Tuccia utilizó una canasta plana perforada para llevar el agua, sin que el agua cayera al suelo a través del tamiz.
Tuccia probó su inocencia llevando un colador lleno de agua desde el Tíber hasta el Templo de Vesta [Agustín, De Civitate Dei, X, 16, en Worsfold, 69].
La Vestal Tuccia se celebra en la Historia Natural de Plinio el Viejo (28: 12) y el Triunfo de la Castidad de Petrarca en Triunfos . Sin embargo, en la Sátira VI de Juvenal (famosamente rebautizada como 'Contra las mujeres') se refiere a ella como una de las muchas mujeres lascivas.
A finales de la Edad Media, la imagen de Tuccia y su tamiz se asociaron con la virtud de la castidad. Las pinturas de mujeres castas a menudo incluían un tamiz y este símbolo ocupa un lugar destacado en muchas representaciones de la "Reina Virgen" de Inglaterra, Isabel I , a fines del siglo XVI. [2]
