El monasterio de Agali , probablemente dedicado a los Santos Cosme y Damián , fue fundado hacia el 590/600 en las cercanías de Toledo . Probablemente se encontraba a lo largo del importante camino de Complutum a la Galia . [1] Varios de sus monjes se convirtieron en obispos de Toledo durante el siglo VII.
Agali fue uno de los primeros sitios de monacato regular ("comunidades monásticas que seguían reglas recibidas") en el centro, sur u oeste de España, aunque tales comunidades existían antes de finales del siglo VI en la costa mediterránea y en el noreste. [2] En el resto de España existía "una tradición más antigua de ascesis individual o familiar, representada por el celibato voluntario y la constitución de casas monásticas privadas". El monacato regular parece haber sido introducido por exiliados de África, huyendo de la resolución forzada del gobierno bizantino de la controversia de los Tres Capítulos y las incursiones bereberes precipitadas por la debilidad militar bizantina. [2]Agali puede haber sido fundada por expatriados africanos.
El segundo abad de Agali, Helladius , se convirtió en obispo de Toledo en 615, y fue sucedido como abad por Justus , un monje de Agali desde la infancia. [3] En 633, Helladius regresó a Agali para morir. Durante sus últimos días, consagró como diácono al monje Ildefonsus , quien posteriormente se convirtió en abad y finalmente en obispo en 657. [3] Helladius fue sucedido como obispo por Justus, quien fue sucedido como abad por Richila. Mientras era obispo, Justus envió un tratado ahora perdido a Richila, pero se desconoce su contenido. [3] En 636, Justo fue sucedido por Eugenio II , otro monje de Agali y alumno de Heladio, que había seguido a su maestro a Toledo en 615. [3]