Ardian Klosi


Ardian Klosi (9 de julio de 1957 [1] - 26 de abril de 2012) fue un publicista, albanólogo , escritor, traductor y activista social albanés. Se graduó en literatura albanesa en la Universidad de Tirana en 1981 y recibió su doctorado en literatura alemana y comparada en la Universidad de Innsbruck .

Ardian Klosi nació en Tirana en 1957 en la familia Klosi, originaria de Mallakastër . Su padre fue Bilbil Klosi , [2] ex Ministro de Justicia en el período 1953-1966 y secretario del presidium de la Asamblea Nacional en el período 1966-1973. [3]

Klosi regresó a Albania en 1998 y participó en actividades de la sociedad civil y el periodismo. Después de regresar de Alemania, Klosi fue de 1998 a 1999 Director General de Radio Televizioni Shqiptar , la emisora ​​pública de Albania. [4]

Klosi ha hecho una gran contribución en la traducción al albanés. Entre los autores cuyas obras tradujo se encuentran Friedrich Dürrenmatt , Max Frisch , Mark Twain , Franz Kafka , Bertolt Brecht , Heinrich Böll , Georg Büchner, Ernest Gellner y François Pouqueville. [5] Fue galardonado en varias ocasiones por sus traducciones: con el premio "Kult" a la mejor traducción del libro de no ficción de 2005 ( "Noches pelágicas" de Karl Reinhold ). [5] y "Mejor traductor de 2008" por la traducción de " Skanderbeg " de Oliver Schmitt. Der neue Alexander auf dem Balkan". [6]

Klosi tenía un largo historial de problemas de salud mental, en particular depresión, que lo habían afectado severamente en diferentes momentos de su vida. Tras la muerte de su madre en noviembre de 2011, intentó suicidarse sin éxito y fue tratado en un hospital de Tirana. Después de recibir el alta del hospital, fue despedido de su lugar de trabajo en el Instituto Goethe de Tirana, donde había trabajado durante varios años. Esto condujo a otro intento de suicidio, por lo que fue hospitalizado nuevamente. En la madrugada del 26 de abril de 2012, Klosi se ahorcó en su casa de vacaciones en Dardhe, Korce . Tenía 54 años y dejaba dos hijas pequeñas y su esposa, la fotógrafa alemana Jutta Benzenberg. [7]

El presidente albanés Bamir Topi lo consideró “una pérdida irremplazable para la familia y toda la sociedad albanesa, que hoy más que nunca necesita intelectuales de voz independiente y valiente, que lleven a cabo misiones altruistas en nombre del pueblo albanés. [8]