La caliza Bear Gulch en Montana es una lagerstätte fosilífera , una capa de piedra caliza depositada en la etapa Serpujoviana de la época tardía del Misisipio del período Carbonífero , alrededor de 318 millones de años. [1]
Esta lente de piedra caliza se colocó en una matriz circundante que indica un paisaje de marismas y canales trenzados ( vetas lineales de arenisca ) en agua dulce y salobre, en un clima árido ( formación de yeso ).
Fósiles
En Bear Gulch Limestone, se conservaron muchos géneros de peces fósiles y abundantes y diversos invertebrados. Se encuentran presentes fósiles de peces de tipo distintivo que habitan en el fondo, rastros raros de fósiles y muchos invertebrados de la zona bentónica indican que había suficiente oxígeno disponible en la interfaz del agua del sedimento en el momento del depósito (Hagadorn, 2002). Se sabe poco sobre los procesos de depósito específicos que llevaron al desarrollo de la piedra caliza, conocida como plattenkalk (Williams, 1983).
Las formas clásicas del Misisipio, como los crinoideos, son notoriamente ausentes, pero pueden excluirse debido a factores como cambios en la salinidad del agua, la temperatura, el oxígeno o simplemente el sedimento blando (Hagadorn, 2002). Se conservan excepcionales decápodos , esponjas, gusanos, crustáceos, braquiópodos y cefalópodos (Hagadorn, 2002).
Los numerosos géneros y muchos tipos de cuerpos representados por los fósiles son testigos de una paleoecología muy diversificada con muchos nichos disponibles para ser ocupados por la fauna.
Ver también
Notas
- ^ Según el Congreso Estratigráfico de 2004 sobre el Carbonífero.
Referencias
HAGADORN, JW 2002. Bear Gulch; un excepcional Plattenkalk Carbonífero Superior, pág. 167-183. En DJ Bottjer, W. Etter, JW Hagadorn y CM Tang (eds.), Conservación excepcional de fósiles; una visión única de la evolución de la vida marina. Columbia University Press, Nueva York, NY, Estados Unidos.
WILLIAMS, LA 1983. DEPOSICIÓN DE LA CALIZA BEAR GULCH - UNA PLATTENKALK CARBONÍFERA DEL CENTRO DE MONTANA. Sedimentología, 30 (6): 843-860.