El Concilio de Tortosa (oficialmente Concilium Dertusanum ) fue un Concilio Ecuménico no reconocido celebrado en Cataluña en 1429, [1] convocado por el Cardenal Pierre de Foix . [2] El concilio se reunió entre el 19 de septiembre y el 5 de noviembre, aprobando varios decretos sobre el servicio divino , los ornamentos de la iglesia, la instrucción de la juventud, las calificaciones de los poseedores de beneficios, etc. [3]
Entre los asistentes se encontraban todos los prelados y muchos de los eclesiásticos del Reino de Aragón , del Reino de Valencia y del principado de Cataluña . Se leyeron las cartas del rey que confirmaban las libertades e inmunidades de la iglesia, y al final de la cuarta sesión se aprobaron y publicaron veinte cánones . [2]
El antipapa Clemente VIII , que sólo fue reconocido por los aragoneses , renunció a la insignia del papado el 26 de julio de 1429. Su cesión fue confirmada por el Concilio, [4] [5] poniendo efectivamente fin al Gran Cisma . [6]
La Inquisición apenas había tocado la Corona de Aragón y la Corona de Castilla en 1429, [7] y el concilio suplicó que "por la divina misericordia, el rey de Aragón, los barones, caballeros, prelados y universidades, protegieran a los judíos de la violencia, que de otro modo habrían sufrido " [8] (bajo la Inquisición). El concilio tuvo éxito en tanto que pasaron unos treinta años sin una insurrección contra los judíos. [9] No fue hasta 1498 que la inquisición española eliminó efectivamente la protección de la que disfrutaban los judíos de España después del Concilio.