La Abadía de Einsiedeln ( alemán : Kloster Einsiedeln ) es un monasterio benedictino en el pueblo de Einsiedeln en el cantón de Schwyz , Suiza. La abadía está dedicada a Nuestra Señora de los Ermitaños, el título se deriva de las circunstancias de su fundación, ya que el primer habitante de la región fue San Meinrad , un ermitaño . Es una abadía territorial y, por lo tanto, no forma parte de una diócesis , sujeta a un obispo . Ha sido durante siglos un importante punto de descanso del Camino de Santiago .
El Papa Pío XI concedió un decreto Pontificio de coronación canónica hacia su venerada imagen mariana el 21 de marzo de 1934. El rito de la coronación fue ejecutado por el Arzobispo de Milán , Cardenal Alfredo Ildefonso Schuster .
Meinrad fue educado por sus parientes, los abades Hatto y Erlebald, en la escuela de la abadía en Reichenau , una isla en el lago de Constanza , donde se convirtió en monje y fue ordenado sacerdote. Después de algunos años en Reichenau, y en un priorato dependiente en el lago de Zúrich , abrazó una vida eremítica y estableció su ermita en las laderas del monte Etzel . Murió el 21 de enero de 861, a manos de dos ladrones que pensaron que el ermitaño tenía algunos tesoros preciosos, pero durante los siguientes 80 años el lugar nunca estuvo sin uno o más ermitaños emulando el ejemplo de Meinrado. Uno de ellos, llamado Eberhard, anteriormente preboste de Strassburg, en 934 erigió allí un monasterio y una iglesia, de la que se convirtió en primer abad.
Se alega que la iglesia fue consagrada milagrosamente, por lo que la leyenda dice, en 948, por el mismo Cristo asistido por los Cuatro Evangelistas , San Pedro y San Gregorio Magno . Este hecho fue investigado y confirmado por el Papa León VIII y posteriormente ratificado por muchos de sus sucesores, siendo la última ratificación por el Papa Pío VI en 1793, quien confirmó los actos de todos sus predecesores.
En 965, Gregorio, el tercer abad de Einsiedeln, fue nombrado príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico por el emperador Otón I , y sus sucesores continuaron disfrutando de la misma dignidad hasta el cese del imperio a principios del siglo XIX. En 1274, la abadía, con sus dependencias, fue creada como principado independiente por Rodolfo I de Alemania , sobre la cual el abad ejercía jurisdicción temporal y espiritual. Permaneció independiente hasta 1798, año de la invasión francesa. Todavía es una abadía territorial, lo que significa que está ubicada en un territorio que no es parte de ninguna diócesis que el abad gobierna "como su propio pastor" ( Canon 370, Codex Juris Canonici) con la misma autoridad que un obispo diocesano.
Einsiedeln ha sido famosa durante mil años por el aprendizaje y la piedad de sus monjes, y muchos santos y eruditos han vivido dentro de sus muros. El estudio de las letras, la imprenta y la música han florecido mucho allí, y la abadía ha contribuido en gran medida a la celebridad de la Orden Benedictina. Es cierto que la disciplina declinó algo en el siglo XV y la regla se relajó, pero Ludovicus II, un monje de St. Gall que fue abad de Einsiedeln entre 1526 y 1544, logró restaurar una observancia más estricta.