Enrique Riveros Fernández (1906-1954), fue un actor chileno que trabajó principalmente en películas en Francia, sobre todo con los directores Jean Renoir y Jean Cocteau , antes de retirarse de la pantalla y regresar a Chile para criar a sus hijos. [1]
Vida temprana y carrera
Riveros nació en San Fernando, Chile , el hijo mayor del destacado empresario Enrique Riveros y la señora Hortensia Fernández Prado. De adolescente viajó a París en 1922 para estudiar agronomía , pero pronto y en contra de los deseos de su familia, se involucró en el mundo del arte parisino y la escena cinematográfica de vanguardia de la época, mezclándose con: Picasso , ManRay , Gertrude Stein , Coco Chanel , Luis Buñuel , Lee Miller , el Vizconde de Noailles , entre otros, que formaron el círculo social que se desarrolló durante diez años y donde desarrolló su carrera actoral. [1]
Carrera posterior y jubilación
Enrique Riveros trabajó en Europa como protagonista en más de quince películas, entre las que se encuentran Spökbaronen dirigida por Gustaf Edgren (1927), Majestät schneidet Bubiköpfe dirigida por Ragnar Hyltén-Cavallius (1928), Le tournoi dans la cite (1928) y Le bled (1929), dirigida por Jean Renoir , obteniendo esta última película el premio del Gobierno francés de la época. En 1930, Riveros apareció como protagonista de La sangre de un poeta , la primera película del artista e intelectual francés Jean Cocteau , esta película de vanguardia es considerada uno de los platos fuertes del surrealismo. [1] Algunos de sus otros papeles de la década fueron trabajos en películas de: Alberto Cavalcanti , Dans une île perdue (1931), À mi-chemin du ciel (1931) y Wine Cellars (1930) dirigida por Benito Perojo , con la la actriz y cantante Concha Piquer como coprotagonista y Nicole et sa vertu (1932) de Rene Hervil, entre otros. Antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial , Enrique Riveros regresó a Chile, donde trabajó en un par de proyectos cinematográficos y protagonizó la película El hombre que se llevaron (1946) de Jorge "Coke" Delano, con el papel del acusado Alberto Rivero. Recibió el premio a Mejor Actor de Película Nacional. Riveros murió en 1954, dejando un legado casi olvidado.
Su fama y éxito fueron tan brillantes en ese momento, continuamente contenidos en las portadas de las revistas de cine europeo, siendo un galante comparable a Rudolph Valentino . Rivero trascendió tanto la fama en su Chile natal, que en 1927 el diario El Mercurio envió a un corresponsal a entrevistarlo en París.
Y 1927 ha traído una sorpresa a los parisinos de levantarse siempre acostumbrados a ver artistas europeos. Este año ha sido un sudamericano, y algo aún más exótico: un chileno, Enrique Riveros, que impone su nombre en la pantalla, carteles de cine y revistas de París. . Sus películas lo muestran como actor con todos los poderes que requiere el cineasta: su juventud que llega a los 20 años, un cuerpo atlético delgado, un físico atractivo y un temperamento artístico fuerte y talentoso " [ Esta cita necesita una cita ]
Filmografía seleccionada
- El picador (1932)
- Nicole y su virtud (1932)