George Lukins , también conocido como el Yatton daemoniac , [1] [2] [3] era un sastre infame por su supuesta posesión demoníaca y el posterior exorcismo que ocurrió en 1788 cuando tenía 44 años; [4] su caso ocasionó gran controversia en Inglaterra . [5] [6] [7] [8]
El reverendo Joseph Easterbrook, vicario anglicano de Temple Church , fue convocado el sábado 31 de mayo de 1778 por la señora Sarah Barber, una mujer que viajaba por el pueblo de Yatton , Mendip , en el condado de Somerset . [7] La mujer le dijo al pastor que se encontró con un hombre de nombre George Lukins, sastre y cartero de profesión, [9] que tenía una extraña enfermedad "en la que cantaba y gritaba con varios sonidos, algunos de ellos que no se parecía a una voz humana; y declaró que los médicos no podían hacerle ningún servicio". [10]La Sra. Barber, que anteriormente residía en Yatton, le atestiguó al clérigo que Lukins tenía un carácter extraordinariamente bueno y asistía a los servicios de adoración , donde recibía los sacramentos de la Iglesia . [10] Sin embargo, durante los últimos dieciocho años, había estado sujeto a ataques atípicos, que Lukins creía que eran el resultado de una bofetada sobrenatural que lo derribó mientras actuaba en un espectáculo de Navidad . [10] [11] En consecuencia, Lukins quedó bajo el cuidado del Dr. Smith, un eminente cirujano de Wrington , entre muchos otros médicos, que en vano intentaron ayudar a George Lukins; [10] además, después de su estancia de veinte semanas enSt George's Hospital , [12] la comunidad médica lo declaró incurable. [13] Los miembros de la comunidad comenzaron a pensar que Lukins estaba embrujado y él mismo declaró que estaba poseído por siete demonios, que solo podían ser expulsados por siete clérigos. [10] [14] El reverendo Joseph Easterbook se puso en contacto con ministros metodistas en relación con el reverendo John Wesley , quien accedió a orar por George Lukins:
Hace algún tiempo recibí una carta pidiéndome que hiciera que uno de los siete ministros orara por George Lukins. Clamé ante Dios: "Señor, no soy apto para tal obra; no tengo fe para encontrarme con un endemoniado". Se aplicó poderosamente, "Dios en este tu poder". El día antes de que nos reuniéramos, fui a ver a Lukins y encontré tanta fe que luego pude encontrarme con los siete demonios que, según él, lo atormentaban. No dudé, pero la liberación vendría. Baste decir que cuando nos encontramos, el Señor escuchó la oración y libró al pobre hombre. [15]