Peyorativo


Un peyorativo o insulto es una palabra o forma gramatical que expresa una connotación negativa o irrespetuosa , una opinión baja o una falta de respeto hacia alguien o algo. [1] También se utiliza para expresar críticas , hostilidad o indiferencia. A veces, un término se considera peyorativo en algunos grupos sociales o étnicos pero no en otros, o puede ser originalmente peyorativo pero luego adoptar un sentido no peyorativo (o viceversa) en algunos o todos los contextos.

La palabra peyorativo se deriva de una raíz del participio pasado del latín tardío de peiorare , que significa "empeorar", de peior "peor". [2]

En lingüística histórica , el proceso por el cual una palabra inofensiva se vuelve peyorativa es una forma de deriva semántica conocida como peyoración . Un ejemplo de peyoración es el cambio en el significado de la palabra tonto de significar que una persona era feliz y afortunada a significar que es tonta y poco sofisticada. [3] El proceso de peyoración puede repetirse en torno a un solo concepto, saltando de palabra en palabra en un fenómeno conocido como el eufemismo caminadora , por ejemplo como en la sucesiva peyoración de los términos casa-pantano, casa - retrete , letrina , agua armario , inodoro, baño y antebaño . [4] [5]

Cuando un término comienza como peyorativo y finalmente se adopta en un sentido no peyorativo, esto se llama mejora o mejora . Un ejemplo es el cambio en el significado de la palabra agradable de significar que una persona era tonta a significar que una persona es agradable. [6] Cuando se realiza deliberadamente, se describe como recuperación o reapropiación . [7] Un ejemplo de una palabra que ha sido reclamada por partes de la comunidad a la que apunta es queer , que comenzó a ser reapropiada como un descriptor positivo a principios de la década de 1990 por grupos de activistas. [8]Sin embargo, debido a su historia y, en algunas regiones, su uso continuado como peyorativo, siguen existiendo personas LGBT que se sienten incómodas con que se les aplique este término. [9] Esto sugiere que reclamar un epíteto peyorativo es, en última instancia, un proceso largo y complejo, ya que la práctica puede recibir diversos grados de apoyo dentro del grupo social o subcultura involucrada.