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Orientales ecclesias (15 de diciembre de 1952) es una encíclica del Papa Pío XII sobre la persecución de las Iglesias orientales católicas y describe la desesperada situación de los fieles en Bulgaria .

Resumen

Orientales ecclesias repasa los esfuerzos de la Santa Sede para mejorar las relaciones con las Iglesias orientales católicas. El Papa Pío XII menciona el nombramiento de otro cardenal oriental , Grégoire-Pierre Agagianian , y la reforma del derecho canónico oriental como dos ejemplos. Pero las comunidades cristianas más florecientes se aniquilan sin dejar rastro en estos días. No conoce detalles, excepto que muchos obispos y sacerdotes son deportados a destinos desconocidos, a campos de concentración y cárceles, mientras que algunos están bajo arresto domiciliario. [1] En Bulgaria, el obispo Bossilkoff fue ejecutado junto con muchos otros. El Pontífice escribe esta encíclica específicamente después del arresto., trato brutal y martirio del obispo Eugene Bossilkov , ordinario de la diócesis de Nicopoli . La ejecución tuvo lugar en Bulgaria el 5 de octubre de 1952.

Pero Bulgaria no está sola. Muchos son despojados de los derechos humanos y naturales más básicos y maltratados de la manera más extrema. El sufrimiento en Ucrania es inmenso. [2] El Papa se refiere específicamente al juicio espectáculo de Kiev contra los obispos de las Iglesias orientales. Aún hay motivo de consuelo y esperanza: la fuerza de los fieles. La fe cristiana hace mejores ciudadanos, que utilizan la libertad que les ha dado Dios para trabajar por sus sociedades y promover las causas de la justicia y la unidad. [3]

La encíclica es un signo de solidaridad con todo el clero y los fieles de las Iglesias orientales católicas, que sufren por su fe en Oriente. El Papa está especialmente orgulloso de todos aquellos que mantienen su fe y se vinculan con la Iglesia católica en tiempos tan difíciles y elogia a todos aquellos que continúan perseverando en su fe y se oponen con la misma firmeza que tantas generaciones valientes antes que ellos. El Papa concluye solicitando la oración pública mundial por los perseguidos y, abrazando a todos, ofrece su Bendición Apostólica .

Referencias

  1. Orientales ecclesias 5
  2. Orientales ecclesias 12
  3. Orientales ecclesias 19

Fuentes