Durante la Guerra de Colonia (1583-1589), Fernando de Baviera asedió con éxito la fortaleza medieval de Godesberg; durante un asedio de un mes, sus zapadores cavaron túneles bajo el feldespato de la montaña y colocaron pólvora y una bomba de 1500 libras. El resultado fue una explosión espectacular que envió al aire trozos de murallas, muros, puertas y puentes levadizos. Sus 500 hombres aún no pudieron tomar la fortaleza hasta que escalaron el sistema de letrinas interiores y subieron la montaña para entrar por un agujero en el techo de la capilla.