Juliana Falconieri, OSM , (1270 – 19 de junio de 1341) fue la fundadora italiana de las Religiosas Hermanas de la Tercera Orden de los Siervos (o Terciarios Siervos).
Juliana pertenecía a la noble familia Falconieri de Florencia . Su tío, Alexis Falconieri , fue uno de los siete fundadores de la Orden de los Siervos . Bajo su influencia, decidió desde muy joven seguir la vida consagrada . Después de la muerte de su padre, recibió c. 1285 el hábito de la Tercera Orden de los Siervos de Felipe Benizi , entonces Prior General de esa Orden. Permaneció en casa siguiendo la regla que le había dado Benizi hasta la muerte de su madre, cuando Juliana y varias compañeras se mudaron a una casa propia en 1305. Este se convirtió en el primer convento de las Hermanas de la Tercera Orden de los Siervos. Juliana serviría como Superiorahasta el final de su vida. [1]
El vestido de los Siervos consistía en una túnica negra, asegurada con un cinturón de cuero, y un velo blanco. Debido a que la túnica tenía mangas cortas para facilitar el trabajo, la gente llamaba a las hermanas de la nueva Orden "Mantellate". Las hermanas se dedicaron especialmente al cuidado de los enfermos y otras obras de misericordia. se dice [2]
a menudo caía en largos momentos y horas de éxtasis... Diariamente cuidaba a los enfermos en las calles, hogares y hospitales y era conocida por usar sus propios labios para succionar la infección de las llagas abiertas de sus pacientes sin miedo a contraer alguna enfermedad. Verdaderamente un acto magnífico. Juliana dirigió la comunidad de los Terciarios Siervos durante 35 años y fue más sierva para sus subordinados que ama.
Se dice que un milagro putativo mencionado en los textos litúrgicos para el día de su fiesta ocurrió a la muerte de Juliana. En ese momento, incapaz de recibir la Sagrada Comunión debido a los constantes vómitos, pidió al sacerdote que extendiera un corporal sobre su pecho y depositara sobre él la hostia eucarística . Poco tiempo después, la hostia desapareció y Juliana murió, el 19 de junio de 1341. [3] En su pecho se encontró la imagen de una cruz, igual a la de la hostia. [1]
La Orden de los Siervos fue aprobada por el Papa Martín V en el año 1420. El Papa Benedicto XIII reconoció la devoción que durante mucho tiempo le había tenido y concedió a los Siervos el permiso para celebrar la fiesta de la Beata Juliana. El Papa Clemente XII la canonizó en el año 1737, y extendió la celebración de su fiesta (19 de junio) a toda la Iglesia. Juliana suele representarse con el hábito de su Orden y una hostia sobre el pecho.