Un verrine es un recipiente de vidrio pequeño, de paredes gruesas y sin base, cuyo propósito es contener un plato sólido o líquido (entrante, plato principal o postre) en lugar de una bebida. [1] Esta palabra francesa generalmente se deja sin traducir. [2]
Metonimicamente , un "verrine" designa en el mundo de la cocina un plato servido en verrine, de manera vertical, lo que permite una experiencia estética y gustativa diferente en comparación con un plato servido en un plato.
Philippe Conticini fue el primero (en 1994) en imaginar un postre servido en un verrine. [1] Introdujo más que una simple evolución de la forma, sino más bien una evolución notable en la experiencia gustativa.
La verticalidad y transparencia del verrine permite:
- Lectura visual inmediata y construcción del gusto , y
- Finalización del equilibrio gustativo en la boca más que en el verrine; las sensaciones de intensidad y final son reforzadas y mejor controladas por el experimentador.
Según el concepto original, los verrines se componen de tres capas, cada una de las cuales transmite características gustativas específicas:
- La capa inferior y delgada está hecha de una preparación ácida para desencadenar la salivación y preparar las papilas gustativas para recibir otros sabores.
- La capa intermedia y más gruesa consiste en una preparación que aporta el "sabor principal".
- La capa superior consiste en una preparación suave y sedosa destinada a cubrir las papilas gustativas y proporcionar un final agradable y con cuerpo.