Avē Imperātor, moritūrī tē salūtant ("Salve, emperador, los que están a punto de morir te saludan ") es una conocida frase latina citada en Suetonio , De vita Caesarum ("La vida de los césares", o "Los doce césares "). [1] Según los informes, fue utilizado durante un evento en el año 52 d. C. en el lago Fucino por naumachiarii , cautivos y criminales destinados a morir luchando durante encuentros navales simulados, en presencia del emperador Claudio . Suetonio informa que Claudio respondió "Aut nōn" ("o no").
Los componentes variantes en el intercambio incluyen " Tener " [2] como la primera palabra en lugar de la gramaticalmente correcta "Avē" , así como las formulaciones alternativas "Avē Caesar" y "Moritūrī tē salūtāmus" [3] —esta última en la primera persona ("Los que estamos a punto de morir te saludamos") [4] —y una respuesta en textos del siglo XV de "Avete vos" ("Que te vaya bien"). [5]
A pesar de su popularización en épocas posteriores, la frase no se registra en ninguna otra parte de la historia romana. Los historiadores cuestionan si alguna vez se usó como saludo. Es más probable que fuera una apelación aislada de cautivos desesperados y criminales condenados a muerte, y los historiadores romanos la señalaron en parte por el inusual indulto masivo otorgado por Claudio a los sobrevivientes.
El material de origen proviene de los trabajos de tres historiadores romanos, quienes nacieron después de los eventos del 52 d.C. Suetonio (c. 69–75 hasta después del 130, probablemente escribiendo alrededor del 121 d. C.), [6] y Cassius Dio (alrededor de 155–164 hasta después del 229, probablemente escribiendo entre el 200–22) [7] escribieron sobre el evento y citaron el frase. Tácito (c. 56-117, escribiendo alrededor del 98 al 117) [8] menciona el evento pero no cita la frase.
El primer registro conocido de la frase está en los escritos de Suetonius (aquí con ápices para legibilidad):
...quín [Claudius] et émissúrus Fúcinum lacum naumachiam ante commísit. Sed cum próclámantibus naumachiáriís: " Have imperátor, moritúrí té salútant! " respondisset: "Aut nón," neque post hanc vócem quasi veniá datá quisquam dímicáre vellet, diú cúnctátus an omnés igní ferróque absúmeret, tandem é séde suá prósiluit ac per ambitum lacús nón sine foedá vacillátióne discurréns partim minandó partim adhortandó ad pugnam compulit. Hóc spectáculó classis Sicula et Rhodia concurrérunt, duodénárum trirémium singulae... [2]