El liderazgo ético es un liderazgo dirigido por el respeto por las creencias y valores éticos y por la dignidad y los derechos de los demás. Por tanto, se relaciona con conceptos como confianza , honestidad , consideración , carisma y equidad . [1]
La ética se ocupa de los tipos de valores y morales que un individuo o una sociedad encuentran deseables o apropiados. Además, la ética se preocupa por la virtud de los individuos y sus motivos. Las elecciones de un líder también están influenciadas por su desarrollo moral. [2]
Según la teoría del aprendizaje social, los líderes éticos actúan como modelos a seguir para sus seguidores. El comportamiento, como seguir prácticas éticas y tomar decisiones éticas, se observa y, en consecuencia, se sigue. Las recompensas y los castigos dados por el líder crean una segunda oportunidad de aprendizaje social, que enseña qué comportamiento es aceptable y cuál no. [3]
En la teoría del intercambio social, el efecto del liderazgo ético en los seguidores se explica por los intercambios transaccionales entre el líder y sus seguidores. La equidad del líder y el cuidado de los seguidores activa un proceso de reciprocidad , en el que los seguidores actúan de la misma manera hacia el líder. [3]
Una medida de liderazgo ético comúnmente utilizada es la Escala de Liderazgo Ético (ELS), desarrollada por Brown et al. en 2005. Consta de 10 ítems con una consistencia interna de alfa = .92 y muestra un ajuste satisfactorio, con índices iguales o superiores a los estándares recomendados. [1] Otras escalas incluyen el Cuestionario de liderazgo ético en el trabajo propuesto por Kalshoven et al. con 38 ítems [4] y el Cuestionario de Liderazgo Ético (ELQ), compuesto por 15 ítems y propuesto por Yukl et al. en 2013. [5]
Aunque conceptualmente cercano y en parte superpuesto con otros estilos de liderazgo como el liderazgo transformacional , el liderazgo espiritual y el liderazgo auténtico , el liderazgo ético describe un estilo de liderazgo único con diferencias notables. La característica diferenciadora más aparente es el enfoque del liderazgo ético en el establecimiento de estándares morales y la gestión moral, lo que lo distingue del enfoque del liderazgo de transformación en la visión y los valores y el enfoque del liderazgo espiritual en la esperanza y la fe. Además, la naturaleza del liderazgo ético radica en la conciencia de los demás, y no de uno mismo, diferenciándolo claramente del liderazgo auténtico. [3]