Vladimir Slepian , también conocido como Eric Pid ( en ruso : Владимир Слепян / Эрик Пид ; 1930 - 7 de julio de 1998) es un artista y escritor francés de origen ruso - judío .
Hijo de un funcionario soviético reprimido y ejecutado, Vladimir Slepian nació en Praga y residió en Leningrado antes de mudarse a Moscú . Inició sus estudios universitarios en matemáticas, continuando como estudiante de bellas artes. En 1956, Slepian se mudó a Moscú. Asistió a la exposición de Picasso en el Museo Pushkin y presentó sus pinturas a David Burliuk , que entonces se alojaba en el Hotel Moskva . Burliuk inspiró a Slepian a mirar hacia la forma en que Jackson Pollock depositaba la pintura sobre el lienzo con gestos espontáneos, amplios y de embestida. El estilo de Slepian evolucionó hacia el happening y el performance .. Dedicó varios años a la pintura de acción . En una ocasión, Slepian realizó una sesión de pintura simultánea en colaboración con Yuri Zlotnikov . Colgaron una sábana en medio de una habitación y cada uno de ellos pintó un lado mientras seguía las acciones de su compañero en el otro lado a través de la tela translúcida. Slepian creó pinturas abstractas utilizando un soplete de gas y pintura dispensada con una bomba. Se dice que trabajó en un lienzo de unos pocos kilómetros de largo, vertiendo pintura sobre él desde un camión. Slepian también hizo una peregrinación a Nazim Hikmet, quien le aseguró a él y a sus amigos que el arte moderno prevalecerá sobre la opresión política. En 1957, la Galerie Daniel Cordier de la margen derecha de París montó una exposición anónima de pinturas de Vladimir Slepian, sacadas de contrabando de Moscú por su propietario.
Vladimir Slepian emigró a Francia en 1958, vía Polonia . En 1960 realizó una performance de “pintura transfinita” ("трансфинитная живопись") en París. Slepian corrió a lo largo de un rollo de papel de cien metros de largo, depositando pintura de una manera que recordaba la caligrafía. Slepian compitió con Georges Mathieu, creando una imagen en noventa segundos. Se dice que convirtió una carretera en una pintura de acción arrojándole pintura mientras conducía una motocicleta. En 1963, Slepian abandonó la pintura y decidió concentrarse en la escritura. Fundó una exitosa oficina de traducción, explicando su ambición de usar su inteligencia para poner a otros a trabajar para su beneficio, mientras disfrutaba de la ociosidad. Su negocio funcionó con éxito hasta que su gerente renunció en una protesta contra el despotismo de Slepian.
En su único texto francés publicado, un cuento Fils de chien, Vladimir Slepian escribe sobre un hombre que decide convertirse en perro. Se transforma en una extremidad y un órgano a la vez, mapeando los efectos del cuerpo canino a través de una forma humana en una especie de diagrama. Como los perros son cuadrúpedos, se ata los zapatos a las manos y los pies. Cuando sus patas le impiden atarse el cuarto zapato, usa su boca, que se convierte en el hocico de un perro. Esta metamorfosis casi tiene éxito, hasta que el héroe llega a la cola del perro, para el que no puede encontrar analogía entre los miembros humanos. Para él, involucrar su órgano sexual en esta transfiguración lo alejaría de la sociedad de la que ha comenzado a huir. ¿Quién sería él, si su identidad no pudiera inferirse de su anatomía? La historia termina con un descenso a los recuerdos de infancia de la madre del protagonista. Apareció en el n° 7 de la Revue Minuitjunto a textos de Samuel Beckett , Robert Pinget y Alain Robbe-Grillet . Sirvió de inspiración para la discusión de Gilles Deleuze y Félix Guattari en Mil mesetas .