Operación Wertheim-Meigs


La operación de Wertheim-Meigs (llamada así por Ernst Wertheim y Joe Vincent Meigs ) es un procedimiento quirúrgico para el tratamiento del cáncer de cuello uterino realizado a través de una incisión abdominal.

El cirujano alemán Wilhelm Alexander Freund realizó la primera extirpación abdominal de un útero canceroso el 30 de enero de 1878. [1] La primera operación de histerectomía radical fue descrita por John G. Clark, ginecólogo residente de Howard Kelly en el Hospital Johns Hopkins en 1895 . [ 2] [3] En 1898, Ernst Wertheim, un médico vienés, desarrolló la histerectomía total radical con extirpación de los ganglios linfáticos pélvicos y el parametrio. En 1905, informó los resultados de sus primeros 270 pacientes. La tasa de mortalidad operatoria fue del 18% y la tasa de morbilidad mayor fue del 31%. [4]En 1912, Wertheim informó sobre sus primeras 500 operaciones y se le asignó su nombre a la operación. En 1944, Meigs volvió a popularizar el abordaje quirúrgico cuando desarrolló una operación de Wertheim modificada con extirpación de todos los ganglios pélvicos. [2] [4] Meigs informó una tasa de supervivencia del 75 % para pacientes con enfermedad en estadio I y demostró una tasa de mortalidad quirúrgica del 1 % cuando estos procedimientos los realizaba un ginecólogo especialmente capacitado. [4]

La operación de Wertheim-Meigs se usa para tratar los cánceres de cuello uterino en estadio IA2, IB1, IB2 y IIA , los adenocarcinomas de endometrio en estadio II , los carcinomas vaginales superiores, los sarcomas uterinos o cervicales y otras neoplasias malignas raras confinadas al área del cuello uterino, útero, y/o parte superior de la vagina. [5] Es una de las intervenciones ginecológicas más completas. Consta de las siguientes medidas: [ cita requerida ]

Los ovarios y las trompas de Falopio generalmente se dejan intactos, aunque esta decisión se toma de forma individual.

La morbilidad asociada con la operación de Wertheim-Meigs es considerable. Las complicaciones más importantes son las fístulas ureterales , ureterovaginales y vesicovaginales , que aparecen durante el período de convalecencia del postoperatorio inmediato o más tarde principalmente en pacientes que recibieron radioterapia posterior . Se describen otras complicaciones: hemorragia intraoperatoria por lesión pélvica de grandes vasos, sección accidental de uréter o vejiga , dehiscencia de la pared abdominal , obstrucción ureteral que provoca hidronefrosis y exclusión renal , trastornos como incontinencia urinaria ,polaquiuria , atonía vesical , a menudo acompañada de infección del tracto urinario y hematuria . [6]