La idea de la daimónica normalmente significa bastantes cosas: a partir corresponde a un demonio y diabólica, estar motivado por una fuerza espiritual o genio y la inspiración. Como término psicológico, ha llegado a representar una fuerza elemental que contiene un impulso incontenible hacia la individuación . Como término literario, también puede significar el malestar dinámico que existe en nosotros todo lo que nos empuja a lo desconocido, lo que nos lleva a la autodestrucción y / o al autodescubrimiento.
Etimología
El término se deriva del griego "δαίμων" (daimon, gen. Daimonos): "dios menor, espíritu guía, deidad tutelar", [1] en latín: daimon: "espíritu". Se cree que "Daimon" en sí mismo se deriva de daiomai , con el significado de dividir o lacerar . [2] Marie-Louise von Franz delineó el término daiomai (ver ref.), E indica que su uso es específicamente cuando alguien percibió un hecho que atribuyó a la influencia de una presencia divina, entre los ejemplos proporcionados por Franz, son de atribuir a un daimon el hecho de que un caballo se asuste o se sobresalte. [3]
Historia de uso
Para los minoicos (3000-1100 aC) y micénicos (1500-1100 aC), los "daimons" eran vistos como asistentes o sirvientes de las deidades, que poseían poder espiritual. Más tarde, el término "daimon" fue utilizado por escritores como Homero (siglo VIII a. C.), Hesíodo y Platón como sinónimo de theos o dios. Algunos eruditos, como van der Leeuw , sugieren una distinción entre los términos: mientras que theos era la personificación de un dios (por ejemplo, Zeus ), daimon se refería a algo indeterminado, invisible, incorpóreo y desconocido. [4]
Durante el período en el que Homero vivió, la gente creía que los daimons causaban y curaban las dolencias. [3]
Heráclito de Éfeso , que nació alrededor del 540 a. C., [5] escribió:
ēthos anthropōi daimōn
- Fragmento 119 de Diels (en Agamben y Heller-Roazen 1999) [2]
que se traduce como, el carácter (ēthos) de un humano (anthropōi) es el daimōn, oa veces el carácter de una persona es Destino , y la variación Un carácter individual es su destino ( ídem "El carácter del hombre es su destino"). [2] [6] [7]
Esquilo menciona el término Daimon en su obra Agemmemnon, escrita durante el 458 aC [2] [8] [9] [10]
Sócrates pensaba que los daimones eran dioses o hijos de dioses. [11] [12]
El filósofo griego presocrático Empédocles (siglo V a. C.) más tarde empleó el término para describir la psique o alma. De manera similar, aquellos como Plutarco (siglo I d.C.) sugirieron una visión del daimon como un fenómeno mental amorfo, una ocasión para que los mortales entren en contacto con un gran poder espiritual. [4] Plutarco escribió De genio Socratis . [13] [14]
La concepción precristiana más temprana de los daimons o daimones también los consideraba ambiguos, no exclusivamente malvados. Pero mientras que los daimons pueden haber sido inicialmente vistos como potencialmente buenos y malos, constructivos y destructivos, dejados en manos de cada hombre para relacionarse, el término finalmente llegó a encarnar una connotación puramente maligna, y Jenócrates quizás fue uno de los primeros en popularizar este uso coloquial. . [4]
Psicología
En psicología, el daimónico se refiere a un impulso humano natural dentro de todos para afirmar, afirmar, perpetuar y aumentar el yo hasta su completa totalidad. Si cada Yo atraviesa un proceso de individuación , un desarrollo involuntario y natural hacia la madurez individual y la armonía con la naturaleza humana colectiva, entonces su impulsor es el daimónico, la fuerza que busca superar los obstáculos para el desarrollo, cueste lo que cueste, tanto guía como guardián. . Rollo May escribe que el daimónico es "cualquier función natural que tiene el poder de apoderarse de la persona en su totalidad ... El daimónico puede ser creativo o destructivo, pero normalmente es ambas ... El daimónico obviamente no es una entidad, pero se refiere a una función arquetípica fundamental de la experiencia humana: una realidad existencial ". [15] El daimónico es visto como una fuerza primordial, esencialmente indiferenciada, impersonal de la naturaleza [16] que surge de la base del ser más que del yo como tal. [15]
Las demandas de la fuerza daimónica sobre el individuo pueden ser poco ortodoxas, aterradoras y abrumadoras. Con su obligación de proteger la maduración completa del individuo y la unificación de fuerzas opuestas dentro del Ser, el impulso interno puede venir en forma de un viaje repentino (ya sea intencional o fortuito), una enfermedad psicológica o simplemente neurótica y fuera de lugar. comportamiento del centro. Jung escribe: "El daimon nos derriba, nos convierte en traidores a nuestros ideales y convicciones apreciadas, traidores a los seres que pensábamos que éramos". [17] En última instancia, es la voluntad del hombre lograr su humanidad, pero dado que partes de su humanidad pueden considerarse inaceptables y repudiadas, sus demandas son rechazadas con demasiada frecuencia. No es de extrañar que Yeats lo describiera como esa "otra voluntad". La confrontación con el daimónico puede considerarse similar al " trabajo de sombras ".
El psicólogo Rollo May concibe al daimónico como una fuerza primordial de la naturaleza que contiene potencialidades tanto constructivas como destructivas, pero que en última instancia busca promover la totalidad del yo. [16] May introdujo el daimónico en la psicología [16] como un concepto diseñado para rivalizar con los términos "diablo" y "demoníaco". Creía que el término demoníaco era insatisfactorio debido a nuestra tendencia, arraigada en la mitología judeocristiana, de proyectar poder fuera del yo y sobre diablos y demonios. El daimónico también es similar a la sombra de Jung , pero se considera menos diferenciado. Una trampa de la doctrina junguiana de la sombra es la tentación de proyectar el mal sobre esta "personalidad fragmentada" relativamente autónoma y, por lo tanto, fragmentar innecesariamente al individuo y obviar la libertad y la responsabilidad. Finalmente, en comparación con el instinto de muerte de Freud ( Thanatos ), el daimónico es visto como menos unilateral.
Si bien es similar a varios otros términos psicológicos, existen diferencias notables. El daimónico a menudo se confunde incorrectamente con el término demoníaco.
En literatura
El viaje de la inocencia a la experiencia no es una idea que se originó con este término; más bien, el viaje del héroe es un tema más antiguo que la propia literatura. Pero el daimónico se convirtió posteriormente en un foco del movimiento romántico en los siglos XVIII y XIX. [18] [19]
En el diagrama, se identifican los hilos comunes del concepto daimónico. Por lo general, el cuento daimónico se centra en el Solitario, el personaje central de la historia, que generalmente se presenta con inocencia, riqueza y, a menudo, arrogancia. Sin embargo, bajo las máscaras del control y el orden se esconde una corrupción y un deseo inconsciente de desintegración. Algún evento, ya sea externo o interno, lleva al personaje hacia algún tipo de aislamiento donde se ve obligado a enfrentarse a sus daimons.
La caída o descenso (de la arrogancia ) al mundo liminal donde la luz y la oscuridad se encuentran suele ser muy dramática y, a menudo, torturadora para el héroe y la audiencia por igual, y se presenta en innumerables formas. En las profundidades, al tocar fondo, finalmente descubre su propio destino y tragedia ( catarsis ), y en un clímax final se rompe o se ve impulsado hacia el renacimiento y el autoconocimiento. La gloria del daimónico está en la humilde resurrección, aunque reclama más de lo que libera, ya que muchos tontos son arrastrados a su vacío para no volver jamás. Como escribe Stefan Zweig , el héroe es único porque "se convierte en el maestro del daimon en lugar del esclavo del daimon". El daimónico ha sido y sigue siendo una gran fuente de creatividad, inspiración y fascinación en todas las formas de arte.
Ver también
- Ch'i
- Inconsciente colectivo
- Élan vital
- Libido
- Shadow (psicología)
- Thanatos (psicoanálisis)
Referencias
- ^ D Harper - Etimología en línea. http://www.etymonline.com/index.php?term=demon
- ^ a b c d G Agamben ; D Heller-Roazen (1999). Potencialidades: Ensayos recopilados en filosofía (p.117) Meridiano: cruce de la estética. Prensa de la Universidad de Stanford, 1999. ISBN 0804732787. Consultado el 24 de abril de 2015 .
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- ^ a b c Diamond, Stephen (1999). Ira, locura y lo daimónico: la génesis psicológica de la violencia, el mal y la creatividad . Albany: Prensa de la Universidad Estatal de Nueva York. ISBN 0-7914-3076-6.
- ^ AF Beavers - Enciclopedia biográfica de astrónomos (p.487) (editado por T Hockey, K Bracher, M Bolt, V Trimble, J Palmeri, R Jarrell, Jordan D. Marché, F. Jamil Ragep) Springer Science & Business Media, 18 de septiembre de 2007 ISBN 0387304002 [Consultado el 24 de abril de 2015] (ed. También esto )
- ^ ES. Casey - Remembering, Second Edition: A Phenomenological Study (p.355 - Note 15 of Chapter 12) Indiana University Press, 15 de septiembre de 2009 (segunda edición) ISBN 0253114314 [Consultado el 24 de abril de 2015]
- ^ Profesor Wolfe - Heráclito: Aletheia y Logos (Adair 11) [Consultado el 24 de abril de 2015]
- ↑ The Prometheus and Agamemnon of Aeschylus (p.146) [Consultado el 24 de abril de 2015] (líneas 1535-1543 dicen: "Terrible Daimon, que golpeas tan dolorosamente la doble casa de los Tantalidæ, reforzando el corazón y la mano de cada mujer con temple masculino, que han planeado las partes más varoniles, haciendo que mi corazón con dolor se desvanezca, como el cuervo de la noche me pareces encaramado en el corse para estar de pie, el himno de la muerte croando conjúbilo sobrenatural ... "cursiva mía)
- ^ Robert Browning - El Agamenón de Esquilo, La Saisiaz, etc. (p.51) Wildside Press LLC, 2008 ISBN 1434470504 [Consultado el 24 de abril de 2015] (ed. Comenzando con KLUTAIMNESTRA "Y si de estos problemas, debería haber suficientes - podemos asentir - ¡Por el pesado talón del Daimon, desafortunadamente golpeados! ...")
- ^ Esquilo (traducido por EDA Morshead) - Agamenón Archivado el 3 de mayo de 2015 en la Wayback Machine. The Internet Classics Archive MIT (mit.edu) [Consultado el 24 de abril de 2015]
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- ↑ a b Rollo May, Love and Will, ISBN 0-393-01080-5 . pag. 123-124.
- ↑ a b c Zweig, C. y Abrams, J. (1991). Encuentro con la Sombra. Tarcher: Los Ángeles.
- ↑ CG Jung, Symbols of Transformation (Nueva York: Pantheon, 1956), p. 357.
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