" Teatro cartesiano " es un término burlón acuñado por el filósofo y científico cognitivo Daniel Dennett para referirse deliberadamente a un aspecto definitorio de lo que él llama materialismo cartesiano , que él considera que son los remanentes a menudo no reconocidos del dualismo cartesiano en las teorías materialistas modernas de la mente .
Descripción general
Descartes afirmó originalmente que la conciencia requiere un alma inmaterial, que interactúa con el cuerpo a través de la glándula pineal del cerebro. Dennett dice que, cuando se elimina el dualismo, lo que queda del modelo original de Descartes equivale a imaginar un diminuto teatro en el cerebro donde un homúnculo (persona pequeña), ahora físico, realiza la tarea de observar todos los datos sensoriales proyectados en una pantalla. en un instante particular, tomar decisiones y enviar órdenes (cf. el argumento del homúnculo ).
El término "teatro cartesiano" se planteó en el contexto del modelo de múltiples borradores que Dennett postula en Consciousness Explained (1991):
El materialismo cartesiano es la opinión de que hay una línea de meta o límite crucial en algún lugar del cerebro, que marca un lugar donde el orden de llegada es igual al orden de "presentación" en la experiencia porque lo que sucede allí es de lo que eres consciente. ... Muchos teóricos insistirían en que han rechazado explícitamente una idea tan obviamente mala. Pero ... las imágenes persuasivas del teatro cartesiano siguen regresando para atormentarnos, tanto a laicos como a los científicos, incluso después de que su fantasmal dualismo haya sido denunciado y exorcizado.
- Daniel Dennett, Consciousness Explained [p.107, énfasis original] [1]
Ver también
Notas
Referencias
- Dennett, D. y Kinsbourne, M. (1992) "El tiempo y el observador: el dónde y el cuándo de la conciencia en el cerebro ". (1992) Behavioral and Brain Sciences , 15, 183-247, 1992. Reimpreso en The Philosopher's Annual , Grim, Mar y Williams, eds., Vol. XV-1992, 1994, págs. 23–68; Noel Sheehy y Tony Chapman, eds., Cognitive Science , vol. I, Elgar, 1995, págs. 210-274.