El virus de la hepatitis B ( VHB ) es un virus de ADN parcialmente bicatenario , [1] una especie del género Orthohepadnavirus y miembro de la familia de virus Hepadnaviridae . [2] [3] Este virus causa la enfermedad hepatitis B. [4]
A pesar de que existe una vacuna para prevenir la hepatitis B, el VHB sigue siendo un problema de salud mundial. La hepatitis B puede ser aguda y luego volverse crónica, lo que lleva a otras enfermedades y condiciones de salud. [5] Además de causar hepatitis, la infección por VHB puede provocar cirrosis y carcinoma hepatocelular . [6]
La infección viral por el virus de la hepatitis B (VHB) provoca muchos cambios en los hepatocitos debido a la acción directa de una proteína codificada por el virus, HBx , y a cambios indirectos debido a un gran aumento de las especies reactivas de oxígeno (ROS) intracelulares después de la infección. HBx parece desregular una serie de vías celulares. HBx provoca la desregulación en parte al unirse al ADN genómico , cambiar los patrones de expresión de los miARN, afectar a las histonas metiltransferasas, unirse a la proteína SIRT1 para activar la transcripción y cooperar con las histonas metilasas y desmetilasas para cambiar los patrones de expresión celular.[7] HBx es en parte responsable del aumento de aproximadamente 10 000 veces en las especies reactivas de oxígeno intracelular (ROS) tras la infección crónica por VHB. [8] El aumento de ROS puede deberse, en parte, a la localización de HBx en las mitocondrias , donde HBx disminuye el potencial de la membrana mitocondrial. [9] Además, otra proteína del VHB , HBsAg , también aumenta las ROS a través de interacciones con el retículo endoplásmico . [9]
El aumento de ROS después de la infección por VHB provoca inflamación, lo que conduce a un mayor aumento de ROS. [8] Las ROS causan más de 20 tipos de daños en el ADN. [10] El daño oxidativo del ADN es mutagénico. [11] Además, la reparación del daño en el ADN puede causar alteraciones epigenéticas en el sitio del daño durante la reparación del ADN. [12] Las alteraciones y mutaciones epigenéticas pueden causar defectos en la maquinaria celular que luego contribuyen a la enfermedad hepática . En el momento en que la acumulación de cambios epigenéticos y mutacionales finalmente provoca la progresión al cáncer , las alteraciones epigenéticas parecen tener un papel más importante en esta carcinogénesis .que las mutaciones. Solo uno o dos genes, TP53 [13] y quizás ARID1A , [14] están mutados en más del 20 % de los cánceres de hígado, mientras que 41 genes tienen cada uno promotores hipermetilados (que reprimen la expresión génica ) en más del 20 % de los cánceres de hígado, con siete de estos genes están hipermetilados en más del 75% de los cánceres de hígado. [13] Además de las alteraciones en los sitios de reparación del ADN , las alteraciones epigenéticas también son causadas por HBx que recluta las enzimas ADN metiltransferasa , DNMT1 y/o DNMT3A ., a loci de genes específicos para alterar sus niveles de metilación y expresión génica. [15] HBx también altera la acetilación de histonas que puede afectar la expresión génica. [15]
Varios miles de genes que codifican proteínas parecen tener sitios de unión a HBx. [7] [16] Además de los genes que codifican proteínas, alrededor de 15 microARN y 16 ARN largos no codificantes también se ven afectados por la unión de HBx a sus promotores. [16] Cada microARN alterado puede afectar la expresión de varios cientos de ARN mensajeros (ver microARN ).
El virus de la hepatitis B se clasifica en el género Orthohepadnavirus , que contiene otras 11 especies. [3] El género se clasifica como parte de la familia Hepadnaviridae , que contiene otros cuatro géneros, Avihepadnavirus , Herpetohepadnavirus , Metahepadnavirus y Parahepadnavirus . [3] Esta familia de virus es el único miembro del orden viral Blubervirales . [3] Se han encontrado virus similares a la hepatitis B en todos los simios ( orangutanes , gibones , bonobos , gorilasy chimpancés ), en los monos del Viejo Mundo , [17] y en los monos lanudos del Nuevo Mundo (el virus de la hepatitis B del mono lanudo ), lo que sugiere un origen antiguo de este virus en los primates.