La disforia (del griego : δύσφορος (dysphoros), δυσ-, difícil y φέρειν, de soportar) es un estado profundo de malestar o insatisfacción. Es lo opuesto a la euforia . En un contexto psiquiátrico, la disforia puede acompañar a la depresión , la ansiedad o la agitación.
Los estados intensos de angustia e inquietud aumentan el riesgo de suicidio , además de ser desagradables en sí mismos. Por lo tanto, aliviar la disforia es una prioridad del tratamiento psiquiátrico. Se pueden tratar las causas subyacentes, como la depresión o el trastorno bipolar, así como los propios síntomas disfóricos.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales ( DSM-5 ) clasifica la disforia específica en el espectro obsesivo-compulsivo .
La insatisfacción con la capacidad física se puede diagnosticar como disforia de la integridad corporal en la CIE-11. [1]
La disforia de género es malestar, infelicidad o angustia debido al sexo asignado a uno . La edición actual ( DSM-5 ) del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales utiliza el término "disforia de género" donde anteriormente se refería a "trastorno de identidad de género", dejando claro que ya no consideran que la identidad de género sea un trastorno. sino más bien el estado emocional de angustia que resulta de la identidad de género. [2]
Algunos fármacos pueden producir disforia, incluidos los agonistas de los receptores de opioides κ como la salvinorina A (el componente activo de la planta alucinógena Salvia divinorum ), el butorfanol y la pentazocina , [8] los antagonistas de los receptores de opioides μ como la naltrexona y el nalmefeno , [9] y los antipsicóticos como haloperidol y clorpromazina (a través del bloqueo de los receptores de dopamina ), [10] entre otros.Los fármacos depresógenos y / o ansiogénicos también pueden estar asociados con la disforia.